Economía

Rescate a estados y municipios endeudados, mala señal


 
Notimex
 
El elevado monto de la deuda de estados y municipios en México no representa un riesgo sistémico, pero se está a tiempo de tomar medidas preventivas para evitar que se convierta en un "foco de alarma", coincidieron las principales calificadoras internacionales.
 
Especialistas de Moodys, Fitch y Standard & Poors (S&P) destacaron la decisión de la Secretaría de Hacienda de no rescatar a los gobiernos locales endeudados, pues por ahora no es necesario y, en cambio, se enviaría una señal negativa al mercado.
 
En entrevista, consideraron probable que este año apliquen más acciones de baja en las calificaciones de aquellos estados y municipios que ya tienen asignada una perspectiva negativa, aunque esta tendencia también tendería a estabilizarse.
 
Expusieron que de 2008 a la fecha el endeudamiento de los gobiernos subnacionales prácticamente se duplicó, hasta sumar 406,000 millones de pesos (mdp) a septiembre pasado, pero este monto representa menos de 3.0 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
 
Lo preocupante, estimaron, es el acelerado ritmo que ha tenido esta deuda en su conjunto, debido a problemas estructurales de mala administración de las haciendas locales, así como a factores coyunturales, como la excesiva contratación de créditos de corto plazo, entre otros.
 
Ante este panorama que ha llevado al incumplimiento de pagos de al menos 8 gobiernos municipales, es el momento de llevar a cabo un debate a fondo y tomar medidas para encauzar la deuda de forma ordenada y así evitar que este problema se convierta en un "foco de alarma".
 
Para el director de análisis del Grupo de Gobiernos Subsoberanos para América Latina y Canadá de Moodys, Alejandro Olivo, el sector de estados y municipios mexicano no presenta un problema de insolvencia o de incapacidad de pago generalizada.
 
Explicó que casi 90% de la deuda total del sector está garantizada o respaldada con participaciones federales y sólo está en riesgo el 10% restante, donde buena parte está en deuda de corto plazo, la cual no tiene que registrarse ante Hacienda ni aprobarse por los congresos estatales.
 
Por ello, sostuvo, el alto monto de la deuda de los gobiernos locales no representa un problema sistémico ni puede considerarse una crisis generalizada, ya que además sus ingresos aumentan, porque estos vienen en su mayoría de las participaciones federales.
 
"El grueso de los ingresos proviene de la recaudación federal, de los ingresos federales participables, y ahí no vemos presiones en este año y eso deberá contribuir a que se mantenga la solvencia de las obligaciones estructuradas, donde está 90 % de la deuda".
 
Lo que es preocupante, dijo, es que el sector de estados y municipios es predominantemente "especulativo", lo que significa que operan en un marco institucional muy frágil y la mala administración se ha llevado a un extremo, lo que ha provocado el reciente incumplimiento de pagos en el que han caído algunos gobiernos locales.
 
Olivo consideró probable que Moodys, que califica a casi todos las entidades federativas y cerca de 50 municipios, continúe este año tomando más acciones de baja en las notas de los gobiernos locales sobre los que ya tiene asignadas perspectivas negativas.
 
"En 2012 estuvimos muy activos bajando calificaciones, como pinta el 2013 la verdad es que dadas estas perspectivas negativas que ya tenemos asignadas, probablemente la historia continuará", adelantó.
 
Las rebajas en las calificaciones que ha hecho Moodys, y que podrían mantenerse, reflejan la pobre liquidez que tienen los gobiernos locales, la cual obedece a problemas estructurales, pero también a que estas administraciones realizaron gastos excesivos en las elecciones federales y locales del año pasado, añadió.
 
El director de Finanzas Públicas para México y América Latina de Fitch México, Humberto Panti, coincidió en que el monto alcanzado en la deuda subnacional no representa un riesgo sistémico, pero "estamos a tiempo de tomar medidas preventivas antes de que esto se convierta en un verdadero foco de alarma".
 
En su opinión, la quiebra que han presentado algunos municipios obedece más a un desorden financiero-administrativo que a un sobre endeudamiento, mientras que los recientes incumplimientos de pago son resultado de un uso excesivo de cadenas productivas o deuda de corto plazo.
 
Ante ello, consideró que rescatar a estos gobiernos locales sería una muy mala señal para el mercado y crearía incentivos adversos en las entidades, pues las administraciones se endeudarían con las esperanza de que el gobierno federal los rescate.
 
Además, la mayor parte del endeudamiento de estados y municipios está respaldado por participaciones federales y sigue pagándose oportunamente, por lo que el principal problema a resolver son los créditos de corto plazo, que son los que han derivado en incumplimientos.
 
Para ello, planteó Panti, es necesario establecer un programa de ordenamiento financiero para estados y municipios que establezca mejores controles del gasto operacional, de manejo de las finanzas públicas y de los pasivos bancarios de corto plazo.
 
Fitch, la agencia que califica al mayor número de gobiernos locales, con 28 estados y cerca de 80 municipios, prevé una estabilización en las acciones de calificación a la baja que ha se dado en los últimos 4 años.
 
Esto, porque anticipa un entorno favorable para la recaudación de las participaciones federales, lo que aunado a la posibilidad de concretar una reforma fiscal este año contribuirá a crear un panorama positivo para que aumenten los ingresos de las entidades federativas.
 
De acuerdo con el directivo, prácticamente dos terceras partes de las cerca de 130 entidades que califica Fitch tienen buenas calificaciones de largo plazo, mientras que el resto presenta problemas coyunturales de presiones financieras de corto plazo.
 
"En concreto no prevemos que la mayor parte de nuestras acciones sean a la baja, sino bien que se estabilicen y luego eventualmente empezar a ver algunas acciones de mejora", expuso el especialista.
 
Fitch no ve que en este momento el monto de la deuda estatal y municipal sea una alarma, "pero no queremos que se convierta en eso", por lo que "estamos a tiempo de encauzar el endeudamiento subnacional de una forma ordenada", advirtió.
 
La directora de calificaciones de Estados y Municipios de S&P, Daniela Brandazza, compartió a su vez la opinión de que en esta materia no hay un riesgo sistémico en México, pero que sí es un problema serio que debe atenderse.
 
Es positivo que el gobierno federal no haya aceptado rescates masivos, ya que el principal desafío es establecer nuevas reglas, parámetros e incentivos para el fortalecimiento institucional de las administraciones locales.
 
Este es el momento, subrayó, de llevar a cabo un debate serio para solucionar los problemas estructurales de los gobiernos locales, como son la baja recaudación, el crecimiento del gasto operativo sin control y la falta de transparencia financiera, entre otros.
 
"No creemos que es un riesgo sistémico para México por los montos en este momento, pero sí es un problema serio que debe atenderse y vemos muy positivo que pueda generar un debate sobre los problemas estructurales de los gobiernos locales", argumentó.
 
Aclaró que aunque S&P tiene una muestra limitada de gobiernos subnacionales calificados, con sólo 15 estados y 29 municipios, considera que los incumplimientos recientes obedecieron al uso de deuda de corto plazo y a las transiciones políticas tras las elecciones, que provocaron que dejaran de pagar sus obligaciones.
 
Brandazza anticipó que la calificadora internacional podría realizar más revisiones a la baja en las notas de los gobiernos locales que presentan un deterioro de su calidad crediticia y que actualmente presentan una perspectiva negativa.
 
"Es probable que haya ajustes de calificación en algunos casos donde los hemos estado revisando con mayor frecuencia y hoy tienen perspectivas negativas; sí pueden darse ajustes a la baja, pero no sería en la misma proporción como ocurrieron en 2011 y 2012", abundó.
 
Uno de los desafíos que enfrentan los estados y municipios mexicanos es reconstruir la confianza a través de mayor transparencia, el fortalecimiento de las administraciones locales y una mayor institucionalidad, porque el tener gobiernos locales débiles ha hecho que las notas crediticias se deterioren en poco tiempo, alertó.

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