La caída en los precios del petróleo también afectó el comportamiento de las remesas dirigidas a economías en desarrollo con un marginal crecimiento durante 2015 de sólo 0.4 por ciento a 431 mil 600 millones de dólares, el ritmo de expansión más bajo desde la crisis financiera mundial, reflejo de la presión en los ingresos de los migrantes internacionales y su capacidad para enviar dinero a casa, expone la Reseña sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.
En general el monto de las remesas, que incluyen los envíos hacia países de ingresos altos y a economías en desarrollo, disminuyeron 1.7 por ciento durante 2015 al ubicarse en 581 mil 600 millones de dólares.
No obstante, proyecciones indican que los flujos de remesas se recuperarán este año tras haber tocado fondo en 2015 y su crecimiento se verá impulsado por la recuperación económica de Estados Unidos y la zona del euro, además de la estabilización de los tipos de cambio del dólar en los países de origen.
Si bien la desaceleración en el crecimiento de las remesas comenzó en 2012, la tendencia empeoró el año pasado a causa del bajo precio del petróleo, situación que está afectando negativamente a muchos de los países de origen de las transferencias que son exportadores de petróleo como Rusia y los Países del Consejo de Cooperación de los Estados Arabes (CCEAG).
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