Zenyazen Flores
Debido a que en 2013 la situación económica del mundo no va a ayudar mucho, para generar empleos en México será muy importante concretar las reformas estructurales, impulsar la productividad, poner la informalidad en el centro de las políticas públicas y solucionar el "divorcio" entre el sector productivo y las universidades, en beneficio de los jóvenes.
Carmen Pagés-Serra, jefa de la Unidad de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sostiene que el tema de los jóvenes toma vital importancia considerando que para ese sector poblacional hay cifras que invitan a repensar la política y a no caer en la complacencia.
En entrevista con EL FINANCIERO evidenció: 23% de los jóvenes no estudian ni trabajan, lo que representa la segunda mayor cifra de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), mientras que de los que sí trabajan 68 % están en la informalidad.
Con base en un estudio de la firma McKenzie, comentó que alrededor de 40 % de los jóvenes que trabajan no tienen un empleo acorde a su área de estudios.
Mediante el mismo análisis se encontró que a cuatro de cada diez empresas les "cuesta mucho" ocupar una vacante con el perfil que necesitan.
"Tengo la confianza de que será un año de reformas, que efectivamente por eso hay unas que se han venido haciendo (como la laboral) y algunas que están en el Pacto por México. Es muy importante dar un cambio sustantivo en esa situación para que podamos mejorar y que ese bono demográfico sea un potencial enorme para el país."
Planteó que la compleja situación internacional y el alto índice de informalidad son factores que podrían afectar negativamente la creación de empleos en 2013, por lo que es necesario realizar la reforma fiscal y otras que lleven a formalizar a los 29 millones de mexicanos ocupados en la informalidad.
"México está creciendo muy bajito y los primeros en quienes repercute ese crecimiento es en los jóvenes, ya que son los que deberían estar siendo absorbidos por el mercado laboral, pero no hay empleo. Ojalá la situación mundial vaya mejorando, y eso va dar un espacio de crecimiento y además dará oportunidad a las reformas."
Baja inserción laboral
La funcionaria del BID destacó que la informalidad debe ponerse en el centro de las políticas, "no se debe tomar como una cosa normal, sino darse cuenta de que México tiene un problema; incluso, comparado con países de su mismo nivel de ingreso tiene niveles de informalidad altos, mientras que la formalidad ha crecido muy poco, y por eso es importante ponerla en el ojo de la atención".
Criticó que en México haya un "divorcio" entre las competencias que produce el sistema educativo y las que demanda el sector productivo, lo que incide en una "muy pobre inserción laboral, en bajos ingresos, alto grado de frustración y baja productividad...
"La falta de estándares que se usen masivamente en el sector productivo hace que los programas de capacitación sean todavía muy deficientes y no estén a la altura de lo que el sector productivo demanda."
En ese sentido indicó que en México hay pocas maneras de superar un problema de inversión en capital humano que tienen las empresas, lo que se conoce como un problema de falta de apropiación, y que al final se convierte para los empleadores en un desincentivo para contratar.
"Para disminuir eso, muchos países han implementado sistemas de cofinanciación donde hay incentivos para que las empresas formen a sus trabajadores. Sería interesante recuperar esas iniciativas."
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