Reuters
El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, pidió el martes a Europa poner en práctica políticas de crecimiento para equilibrar sus medidas de austeridad y realizó una demanda velada a Alemania para que impulse el gasto público.
En un discurso televisado de una hora ante los líderes del centroderechista Partido Popular (PP), Rajoy rechazó también las acusaciones de corrupción generalizada en España.
"Es necesario que aquellos países que se lo puedan permitir gasten", dijo Rajoy, un código que similar al que ha utilizado en el pasado para instar a Alemania, el único país europeo con gran capacidad de gasto, a aplicar políticas fiscales más expansivas.
"Europa es la única región del mundo en recesión (...) y para superar esa situación hay que hacer tres cosas: que todos los estados cumplamos nuestros deberes; en segundo lugar, más integración, y en tercer lugar, políticas de crecimiento económico", manifestó Rajoy.
Rajoy también dijo que la economía española crecerá claramente en el 2014, aunque sostuvo que será difícil conseguir esto en el 2013. Esto representa un ligero cambio respecto a sus discursos anteriores, en los que insistía en que España volvería a crecer a fines de año.
Una fuente del Gobierno dijo a Reuters el lunes que España revisaría a la baja su pronóstico de crecimiento económico para el 2013 en abril y buscaría un mayor plazo de la Unión Europea para reducir su déficit presupuestario, en momentos en que intenta salir de una recesión más profunda de lo esperado.
Se prevé que el Producto Interno Bruto de España (PIB) se contraiga un 1%, en lugar de un 0.5%, dijo la fuente, agregando que el Gobierno tiene la intención de cambiar el énfasis de crecimiento en lugar de la reducción del déficit.
España también está negociando con la Comisión Europea un mayor plazo para reducir su déficit a menos del 3% del PIB, algo que actualmente se espera para el 2014, dijo la fuente.
La reunión de Rajoy con los líderes de su partido estaba pendiente de varias semanas. El jefe del Gobierno español ha suscitado las quejas de algunos miembros de alto rango del Partido Popular, molestos por lo que encuentran ha sido una débil reacción tras las críticas por un escándalo de corrupción que involucra a tres ex tesoreros de su partido.
El diario español El País publicó en enero unos supuestos libros de contabilidad del ex tesorero del partido Luis Bárcenas, los cuales muestran que la agrupación usó sobornos de compañías para complementar los salarios de algunos miembros del bloque de centroderecha, entre ellos Rajoy.
Un juez del máximo tribunal de justicia del país abrió 2 investigaciones por las denuncias. Rajoy y Bárcenas han negado las acusaciones.
Rajoy rechazó el miércoles las afirmaciones que apuntan a una corrupción generalizada en el país y dijo que España no es diferente a cualquier otro Estado europeo, añadiendo que luchará contra los casos de corrupción que se produzcan en su partido y en otros sectores políticos.
Desde que estalló el escándalo en enero, Rajoy ha reducido sus apariciones públicas, incluso ante el Parlamento, y no ha dado una rueda de prensa en España en varias semanas.
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