Economía

¿Cómo nos afecta el aumento en los precios del petróleo?

Este jueves el petróleo mexicano llegó a su máximo nivel desde diciembre de 2014 y tiene contrastes para una economía que exporta petróleo e importa derivados, aquí te lo explicamos.

El precio del petróleo mexicano llegó este jueves a los 59.70 dólares el barril, su nivel más alto desde 2014, lo que en primera instancia parece una buena noticia para México ya que representan mayores ingresos para el sector público.

En lo que va del primer mes del año, el petróleo mexicano acumula una ganancia de 6.25 por ciento (equivalente a 3.53 dólares), de la mano con la recuperación de los referenciales internacionales como el WTI estadounidense, que en el mismo periodo acumuló un aumento de 5.28 dólares.

El mayor beneficiado de este ajuste es el sector público.

Durante enero, el precio de la también llamada mezcla mexicana de exportación registra un promedio de 58.47 dólares el barril, nivel muy superior a lo que se comprometió para la compra de la cobertura petrolera y para elaborar los Criterios Generales de Política Económica (46 dólares el barril), lo que significa que la federación tendrá recursos adicionales.

El incremento del precio del petróleo también beneficiará la acumulación de reservas internacionales de Banco de México (Banxico). En el último trimestre de 2017, el aumento de los precios del petróleo influyó para que Pemex le vendiera al banco central 737 millones de dólares.

También influirá para que aumenten los ingresos de Pemex por ventas de petróleo al exterior, aun cuando se mantuviera constante la plataforma de exportación de la petrolera. De acuerdo con su informe a noviembre, Pemex informó que exportó 1.388 millones de barriles diarios, lo que le reportó ingresos por 2 mil 203 millones de dólares.

Se estima que con el precio promedio de la mezcla mexicana que se registra en enero, Pemex tendrá un aumento aproximado en sus ingresos de 228 millones de dólares diarios, tomando en cuenta que se mantenga constante el nivel de sus exportaciones.

Pero también tiene un lado negativo que le pega directamente a los consumidores y es que afecta a todo lo que esté relacionado con los derivados del petróleo, como la gasolina y el diesel.

Si bien México es uno de los principales productores de petróleo, es también uno de los mayores consumidores de gasolinas importadas, por lo que se puede esperar un mayor impacto del aumento de los costos de los países de origen de productos como las gasolinas.

De acuerdo con la Administradora de Información de Energía (EIA en por sus siglas en inglés), el 67 por ciento del precio de un galón de gasolina lo determina el comportamiento de los precios del crudo (ejemplo válido para México si tomamos en cuenta que la mayoría de las gasolinas que se consumen internamente provienen de los Estados Unidos).

México importa el 70 por ciento de las gasolinas que se consumen, en tanto que solo 3 de cada 10 litros que se venden son elaborados por Pemex, lo que deja un beneficio marginal para el consumidor final.

En lo que va de enero, los precios de las gasolinas en Estados Unidos registran un aumento de 3.7 por ciento, tendencia que continuará si tomamos en cuenta que el precio del WTI acumula hasta la sesión del miércoles un aumento mensual de 8.9 por ciento.

Estos movimientos también deberán ser absorbidos por el consumidor mexicano, por la elevada dependencia de gasolinas importadas de EU.

Para el consumidor mexicano, el aumento de los precios del combustible no solo es por el comportamiento de los precios de las gasolinas en EU, sino también por el impacto del tipo de cambio. Solo en lo que va del primer mes del año, la gasolina tipo Magna muestra un alza de 5.6 por ciento, y todo apunta a que continuará al alza.

Pero el aumento en el precio de la gasolina incide sobre varios servicios de la economía como los pasajes del transporte público urbano, autobuses y puede extenderse hasta los pasajes de avión. También podrá tener un efecto directo sobre el transporte de mercancías y que al final se trasladaría al consumidor.

Además, un aumento en el precio del petróleo tendría efectos en incrementos en el mediano plazo en derivados del petróleo como los aceites, productos petroquímicos (principalmente plásticos) e incluso, podrá afectar el costo de mantenimiento y construcción de carreteras.

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