Economía

Primer trimestre de fiesta en Wall Street


 
Antonio Sandoval
 
La plaza bursátil de mayor influencia en las finanzas globales tuvo un primer trimestre de fiesta, todos sus indicadores se dispararon e incluso en el mítico Dow Jones se registraron dos fenómenos destacados: marcó su mayor ganancia en la historia para un primer trimestre y, además, batió el máximo histórico vigente al inicio del año que databa de octubre de 2007, poco antes de la crisis subprime, la más profunda y prolongada de Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.
 
Al cierre del primer trimestre en la Bolsa de valores de Nueva York, el balance es el siguiente: el índice industrial Dow Jones subió 10.85%, el Nasdaq avanzó 7.85 puntos porcentuales, mientras que el S&P500 no se quedó atrás al catapultarse 9.58%.
 
 
Comparando todos los trimestres, la escalada del Dow Jones se trata de la mejor desde el cuarto periodo de 2011, cuando subió 11.95%, mientras que en el caso del Nasdaq el beneficio de este primer trimestre que concluyó es fuerte, pero no tanto si lo comparamos con el avance de 18.67% que estableció un año antes en el primer trimestre de 2012.
 
Las claves de las espectaculares ganancias en la Bolsa de Nueva York fueron la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, así como los acuerdos entre el Congreso y el gobierno de ese país, que evitaron lo que a principios de año parecía un desplome económico de magnitudes insospechadas.
 
El llamado precipicio fiscal se evitó con acuerdos no de última hora, sino de primera hora, ya que el gobierno y el Congreso estadunidense firmaron el pacto en las primeras horas del 2013, un poco antes de que abrieran los mercados financieros.
 
Posteriormente, fue inevitable el ajuste en el gasto (secuestro presupuestal) por un monto inicial de 85 mil millones de dólares.
 
Sin embargo, justo en esos momentos la Reserva Federal de Estados Unidos salió a la escena, con un anuncio clave que los mercados dimensionaron de inmediato: la extensión de los estímulos fiscales, más dinero barato para los mercados.
 
Incluso, los mercados de valores estadunidenses pudieron reponerse de la volatilidad en algunas emisoras claves, como por ejemplo Apple, cuyo título se desplomó 17.71 por ciento en el periodo de referencia.
 
Otras emisoras que no tuvieron buen desempeño fueron Caterpillar, con un retroceso de 3.02%, y Alcoa, que descendió 2.19% o en su precio; sin embargo, otras acciones repuntaron de manera importante y con ello "jalaron" a los mercados, tal es el caso de Chevron, cuyas ganancias de 11.14% fueron factor determinante para los beneficios que obtuvo el Dow Jones, además de los papeles de Dell, que impulsaron al Nasdaq con el repunte trimestral de 41.42% observado en dichos títulos.
 
Desde luego, la situación global también fue determinante para las ganancias de Wall Street; en Europa, los mercados tuvieron otro periodo de altibajos y la confianza se mantuvo alejada de dichas plazas, impulsando a los capitales a invertir en plazas con rentabilidad, pero sobre todo con seguridad, y en este aspecto, Nueva York y México son algunas de las preferidas por los inversionistas.

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