Economía

Primer ministro japonés presenta reforma económica


 
AP
 
Tokio.- El primer ministro japonés Shinzo Abe delineó un plan para reavivar la debilitada economía nacional e hizo un llamado a hacer reformas para que más mujeres se integren a la fuerza de trabajo, promover la innovación industrial y persuadir a las empresas para que inviertan más.
 
"Ahora es el momento de que Japón sea un motor de un mundo en recuperación", dijo Abe. "Empresas japonesas, les pido que aceleren. No teman al riesgo, sean determinadas y utilicen su capacidad para la acción".
 
Sin una reforma a la burocracia y a sus políticas agrícolas, laborales e industriales, el plan de Abe está destinado sólo a dar un impulso temporal a la vez que incrementa enormemente la deuda pública del país, advierten economistas, aunque todos coinciden en que las reformas son necesarias para que Japón rompa el ciclo deflacionista que ha obstaculizado el crecimiento desde que su burbuja económica colapsó hace más de 20 años.
 
Abe reconoció el reto de seguir adelante a través de reformas políticamente difíciles, donde muchos otros han fracasado.
 
Los inversionistas no se impresionaron con el plan de Abe. El índice Nikkei de referencia iba bajando 3.8% después de su discurso.
 
Entre otros aspectos, el primer ministro prometió elevar los ingresos de los japoneses en 3% al año si el gobierno cumple con su meta de elevar la inflación a 2% en 2 años. En su discurso no detalló cómo lograría esto.
 
También prometió aumentar el ingreso per cápita en 1.5 millones de yenes en 10 años. Actualmente es de 45,000 dólares al año.
 
Agregó que se requiere mayor inversión en la generación de electricidad y en energías renovables, un tema fundamental en un país que perdió casi un tercio de su capacidad de generación eléctrica cuando la mayoría de las plantas nucleoeléctricas fueron suspendidas tras el desastre nuclear provocado por un tsunami en 2011.
 
Las estrategias que bosquejó Abe en un discurso forman el tercer y más importante punto de su plataforma, que hasta ahora se ha enfocado en lo que él llama las "dos primeras flechas" de su arsenal: relajar la política monetaria e impulsar el gasto público.
 

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