El concurso en el que empresas buscan asociarse con Pemex para el desarrollo del bloque Trión en aguas profundas estará limitado por un máximo en la variable más importante de adjudicación, lo que no sucedió en ningún otro de los concursos petroleros de México.
En concursos anteriores las empresas podían ofertar cualquier monto en la regalía adicional (en ocasiones ofertaron hasta el doble de lo mínimo requerido por Hacienda), pero hoy la dependencia informó que sí habrá un valor máximo de hasta 4.0 por ciento y uno mínimo de 3.0 por ciento.
Así, las ofertas de los concursantes en esta variable tendrán un rango de uno por ciento con dos decimales para diferenciarse.
La ventaja para Pemex -y para Hacienda- es que en caso de empate las empresas deben ofertar un bono en efectivo extra.
De ese bono 10 por ciento del monto en efectivo que ofrezca el consorcio ganador deberá pagarse al Estado y 90 por ciento deberá destinarse a inversiones y gastos adicionales en favor de Pemex.
En un comunicado Hacienda señaló que "los valores establecidos promoverán la inversión productiva para el desarrollo óptimo del bloque Trión con la finalidad de que el Estado pueda obtener ingresos que contribuirán al desarrollo de largo plazo de la nación".
Adicionalmente, considerando todos los elementos económicos incluidos en el marco contractual y tributario, el Estado recibirá una proporción de las utilidades totales del proyecto acorde con la práctica internacional para la exploración y desarrollo de campos en aguas profundas y ultra profundas.
Para Luis Miguel Labardini, analista de Marcos y Asociados, la interposición de un máximo es sorpresiva, pero se debe al deseo de Hacienda de evitar falta de compromiso en los contratistas.
"La verdad me sorprende porque me parece bajo. Si sumas eso (la regalía adicional) a la regalía básica estamos hablando de 10 por ciento para el Estado, pero lo que sucede es que no quieren que pase lo de la Ronda 1.3, en donde muchas compañías aparentemente sobreofertaron la regalía adicional.
"Quieren asegurarse de que el compromiso del operador sea un compromiso con la maximización del valor del campo y no con el Gobierno", dijo Labardini.
La forma de optimizar el valor del campo es dedicándole unidades de trabajo y más inversión al plan mínimo de trabajo, en vez de competir por maximizar el valor para el Estado, agregó.
"Lo que sucedió en las rondas anteriores es que ahí había una orientación de Hacienda en donde se estaba maximizando la variable de aportación al Estado y eso puede ir en detrimento de la explotación óptima del yacimiento", explicó.