Economía

Política exterior “feminista” sueca, ¿riesgo para su economía?

Con su política de respeto a los derechos humanos y de la mujer, Suecia puede verse afectada económicamente por la cancelación de acuerdos con Arabia Saudita, país que podría inducir a las naciones de la Liga Árabe a reconsiderar sus convenios en materia económica.

La nueva política exterior "feminista" de Suecia está valiendo elogios al país por defender los derechos humanos. Podría, asimismo, terminar teniendo un costo de miles de millones de kroner en pérdidas de ventas para los exportadores de la economía nórdica más grande.

Habiéndose comprometido a transformar los derechos de la mujer en la piedra angular de su política exterior, el nuevo gobierno encabezado por los social-demócratas se encuentra en una crisis con Arabia Saudita y la Liga Árabe después de haber cancelado un acuerdo de cooperación militar que llevaba un decenio.

Si bien el gobierno es celebrado por los activistas de los derechos humanos y femeninos, y se anota puntos a nivel interno en el país más feminista del mundo, las empresas suecas también se preparan para una desaceleración económica. Altos ejecutivos de Atlas Copco AB, SKF AB, Ericson AB y Volvo AB han dicho que anular el acuerdo podría tener "grandes consecuencias" para la industria sueca y para la reputación del país.

"Si Arabia Saudita demuestra que puede lograr que los países de la Liga Árabe lo sigan y condenen la posición de Suecia con respecto a los derechos humanos, probablemente pueda inducir a otros miembros de la Liga Árabe a reconsiderar sus vínculos económicos", dijo por teléfono Per Joensson, que estudia Medio Oriente en el Instituto Sueco de Asuntos Internacionales. 


Egipto es "increíblemente dependiente de Arabia Saudita" a nivel financiero. "Si Arabia Saudita consigue que Egipto reduzca sus importaciones de madera de Suecia, sería un enorme golpe", dijo.

NINGUNA VERGÜENZA
La ministra de Relaciones Exteriores, Margot Wallstroem, dijo el pasado jueves que no "retrocederá" después de que el reino reaccionó a las críticas que ella hizo impidiéndole hablar ante la Liga Árabe en El Cairo y retirando a su embajador en Estocolmo. El ministerio de Relaciones Exteriores saudí dijo en un comunicado que los comentarios habían sido "ofensivos" y una "injerencia flagrante en sus asuntos internos".

"Siento que tengo un buen apoyo del pueblo sueco cuando defiendo la democracia y los derechos humanos", dijo Wallstroem. "No tengo nada de qué avergonzarme".

Según Human Rights Watch, la respuesta "susceptible" de Arabia Saudita no fue una sorpresa.

"Lo sorprendente es la resolución de Suecia de no volver atrás como lo han hecho muchos otros países", dijo el grupo en un comunicado. "Suecia establece un ejemplo para todos".

El nuevo gobierno, que está tratando de obtener una banca en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para 2017-2018, ha conseguido desatar una controversia durante sus breves seis meses en el poder. En octubre, también Israel llamó a su embajador después de que el gobierno en su primera medida de política exterior decidió reconocer a Palestina como Estado.

La disputa saudí generó incluso un comunicado de la multimillonaria familia Wallenberg de Suecia.

"También corre el riesgo de ser cuestionada la credibilidad en relación a otros acuerdos entre Suecia y numerosos países", dijo el presidente de Investor AB, Jacob Wallenberg. Las consecuencias "podrían sentirse durante un largo período venidero y están en juego los empleos en los exportadores suecos, nuestra riqueza y las posibilidades de ejercer influencia a través del diálogo, dijo.

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