Los efectos de la turbulencia en los mercados internacionales obligan a implementar disciplina interna en gastos, inversiones y posible adquisición de nueva deuda pero es necesario que sea el Estado quien tome acciones protagónicas y "no continuar recargándose en la sociedad", advirtió la Coparmex.
La Confederación Patronal de la República Mexicana refirió que sería una "mala señal del gobierno federal si las medidas económicas, como el incremento de los costos de las gasolinas y la energía eléctrica por la reducción de subsidios, no van acompañadas de mayor austeridad y transparencia en el ejercicio del gasto público".
En su mensaje semanal, Gustavo de Hoyos Walther, expuso que la política económica no debe seguir recargándose solamente en la sociedad.
"Coincidimos: la estabilidad macroeconómica debe ser preservada. Es una condición del desarrollo. Pero el Estado tiene que hacer más, mucho más, que las empresas y las personas para lograrlo. Para fortalecer las finanzas públicas, la mejor estrategia sigue siendo reducir la informalidad y aumentar la productividad y la competitividad, base fundamental para el crecimiento y el desarrollo económico", señaló.
Para la Coparmex, las últimas medidas anunciadas por las autoridades son acertadas por su enfoque proactivo. El ajuste adicional al gasto público por 31 mil 715 millones de pesos que anunciado la Secretaría de Hacienda, junto con el anuncio de la Junta de Gobierno del Banco de México para aumentar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 4.25 por ciento,
"Son medidas que esperamos permitan la normalización en las expectativas inflacionarias y de crecimiento económico", dijo.
Destacó que en el mercado interno es necesario impulsar un mayor crecimiento de la economía y que este se acompañe con un equilibrio en el gasto público con un esfuerzo del Gobierno Federal para recortar el gasto público no prioritario.