Economía

Petroleros texanos y árabes se disputan California

Con una travesía de más de 7 mil kilómetros costaría unos 10 dólares el barril, Texas busca abastecer a California de crudo y hacer a un lado a potencias petroleras como Arabia Saudita. 

Texas se apresta a sumarse a Arabia Saudita como proveedor de petróleo para California conforme la superabundancia creciente de crudo en la Costa del Golfo estadounidense permite que el negocio sea rentable.

Kinder Morgan Energy Partners LP, el operador de oleoductos que está comprando buques petroleros estadounidenses, dijo que está en tratativas para enviar crudo de Texas a California a través del Canal de Panamá.

La travesía de más de 7 mil kilómetros costaría unos 10 dólares el barril, estima el corredor Poten Partners Inc., lo cual hace que el crudo de Texas sea competitivo frente a importaciones que viajan 18 mil kilómetros desde Arabia Saudita, el proveedor más grande de la Costa Oeste, muestran datos recopilados por Bloomberg.

Hasta ahora, una ley estadounidense en razón de la cual el transporte local es más caro llevó a los californianos a comprar petróleo a Medio Oriente. Si puede superarse un déficit de buques apropiados, el crudo de Texas resultará asequible en la Costa Oeste en tanto la producción local más alta en un cuarto de siglo genera un superávit de petróleo liviano y hace bajar los precios.

"La Costa Oeste ha estado corta de crudo en los últimos decenios al bajar la producción de petróleo de la Pendiente Norte de Alaska y California", explicó vía telefónica Andy Lipow, presidente de Lipow Oil Associates LLC en Houston.

"Hacer llegar más crudo de otras zonas de Norteamérica al Oeste ayudará a las refinerías, y teniendo una gran abundancia de crudo liviano dulce en la Costa del Golfo, los buques cargarán".

LEY JONES

El precio publicado para el petróleo crudo de la formación de esquisto Eagle Ford de Texas subió 0,5 por ciento en el último año hasta los 93.75 dólares el barril, según la división de marketing de Plains All American Pipeline LP.

Esto se compara con los 98.79 dólares por el crudo árabe saudí y 96.29 por el grado equivalente iraquí, más 3.38 por el transporte hasta la Costa Oeste estadounidense, según datos recopilados por Bloomberg.

El flete entre los puertos estadounidenses cuesta más que las travesías internacionales en parte debido a una ley de hace 94 años llamada Ley Jones, según la cual las cargas locales deben viajar en naves que sean construidas y tripuladas por estadounidenses y propiedad de éstos.

Un buque apropiado exige tasas récord cercanas a 100 mil dólares por día, según MJLF Associates, un corredor. Esto equivale a unas 10 veces más que un buque del mismo tamaño que no cumple con los requisitos, según datos de Clarkson Plc, el agente naviero más grande del mundo.

Utilizar un buque acorde con la Ley Jones puede incluso superar el costo de transportar el petróleo por tren, dijo Court Smith, responsable de investigación en Poten de Nueva York, el 17 de enero. Actualmente ya dejó la empresa.

Los costos ferroviarios desde el yacimiento de Bakken, en North Dakota, hasta el estado de Washington ascienden a unos 9 dólares el barril, en tanto desde Alberta, Canadá, hasta California cuesta de 13 a 15 dólares, dijo Valero Energy Corp., el refinador independiente más grande del mundo, en una presentación fechada el 13 de noviembre. La empresa dijo que consideraría el cambio si es económico.

Las operaciones de crudo por ferrocarril enfrentan una mayor inspección regulatoria después de que el descarrilamiento de un tren que transportaba petróleo dejó un saldo de 47 muertos en Quebec en julio y una explosión el 30 de diciembre en North Dakota afectó a un tren que transportaba crudo de Bakken.

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