RÍO DE JANEIRO.- La petrolera estatal brasileña Petrobras prometió realizar una investigación completa sobre un escándalo de sobornos, que ha hecho bajar sus acciones y provocó la mayor crisis para el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
En sus primeras declaraciones públicas desde el arresto el pasado viernes de un ex ejecutivo de Petrobras en relación con el escándalo, la presidenta ejecutiva, Maria das Gracas Foster, y otros altos cargos anunciaron la contratación de consultores legales para investigar las acusaciones.
Petrobras retrasó la semana pasada el reporte sus resultados del tercer trimestre ante las acusaciones de que la compañía pagó sistemáticamente sobreprecios por los activos y el trabajo de los contratistas.
Los fondos excedentes eran canalizados entonces hacia partidos políticos, incluido el Partido de los Trabajadores de Rousseff, indicaron los fiscales.
Aunque nadie confirmó o negó las irregularidades, varios ejecutivos dijeron el lunes que Petrobras revisará el valor de ciertos activos para determinar si el precio de compra incluyó sobornos, por lo que podría asumir pérdidas contables.
Debido a esto, los resultados trimestrales completamente auditados podrían estar disponibles recién a fines de enero.
Esta situación abre la perspectiva de un largo periodo de incertidumbre para una compañía considerada una vez la joya de la corona de la economía brasileña, si bien en los últimos años, se convirtió en símbolo de los malos tiempos que pasa el país.
Las acciones preferentes de Petrobras cayeron un 3 por ciento el viernes y perdieron otro 2 por ciento en Sao Paulo. Los títulos han descendido un 25 por ciento este año.
En Wall Street, las acciones de Petrobras se desplomaron un 5,5 por ciento y eran las terceras más activamente comerciadas en la Bolsa de Nueva York.
"Estamos trabajando con toda nuestra fuerza para tener listo el informe (auditado) de ganancias y cooperar con la investigación con la esperanza de que se resuelva rápidamente", dijo el presidente financiero, Almir Barbassa, durante una teleconferencia con analistas.
PREOCUPACIÓN POR DEUDAS
Rousseff fue presidenta del consejo directivo de Petrobras por siete años, hasta 2010, período en el que ocurrieron gran parte de las presuntas prácticas de corrupción.
Pese a que ha negado cualquier mal proceder y no enfrenta cargos, el escándalo podría debilitar su Gobierno en un momento de estancamiento económico y poca confianza de los inversores.
Los inversores están preocupados porque la petrolera -la más endeudada entre las principales del mundo- arriesga un impago técnico de unos 12.000 millones de dólares en bonos si no informa de sus beneficios no auditados antes de fin de año.
Petrobras no podrá vender nueva deuda hasta que no publique sus utilidades, dijeron funcionarios de la compañía.
La deuda total de Petrobras rondaba los 140.000 millones de dólares a finales de junio, y sus reservas de bonos destacados equivalía a 54.000 millones de dólares.
El viernes, la policía federal brasileña arrestó a Renato Duque, ex director de servicios corporativos de la compañía, y a otros ejecutivos de empresas líderes de ingeniería y construcción que estarían vinculados al caso.
El ex jefe de refinerías, Paulo Roberto Costa, cuyas acusaciones destaparon la trama, está detenido desde marzo.
Rousseff, que fue reelegida el 26 de octubre, prometió una investigación exhaustiva y dijo el domingo que el caso puede ayudar a cambiar la cultura de corrupción de Brasil.
(Reporte adicional de Guillermo Parra-Bernal; escrito por Brian Winter y Jeb Blount. Editado en español por Janisse Huambachano y Carlos Serrano)