Esteban Rojas H
Los participantes del mercado cambiario despidieron la semana con compras de activos de mayor riesgo como el peso, impulsados por la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) extienda su política de estímulos la próxima semana y por el anuncio del Banco de México (Banxico) de poner un alto a su política de reducción de su tasa de referencia.
El dólar, con liquidación a 48 horas, cerró el viernes en 12.88 unidades a la venta, lo que significó para el peso una apreciación de 8.75 centavos, equivalente a 0.67 por ciento.
El avance de la moneda nacional no evitó que el balance semanal fuera negativo, al retroceder 0.25 por ciento.
Conforme era ampliamente esperado por el mercado, el Banco de México anunció una baja de 0.25 puntos en su tasa de referencia, para ubicarla en el mínimo histórico de 3.50 por ciento. Este movimiento estaba en buena parte descontado.
Menores tasas de interés tienden a restar competitividad al peso, pero en esta ocasión no fue así, debido que los participantes del mercado cambiario le dieron un mayor peso al anuncio de Banxico de que ya no estaba considerando una nueva reducción en su tasa de referencia.
En otro frente, cifras del sector externo de México dan señales de mejoría, lo cual debe contribuir a darle cierto apoyo al peso.
Las exportaciones totales crecieron 7.2 por ciento, en tanto que las manufactureras tuvieron un mejor desempeño al subir 11.8 por ciento en el pasado septiembre. Este comportamiento puede ser una señal de un mejor comportamiento de la economía norteamericana.
En tanto, las importaciones también cambiaron de carril de velocidad, al incrementarse en 5.7 por ciento. El dinamismo sigue siendo bajo, pero probablemente sea un indicio de cierta mejoría en el mercado interno.
Por otra parte, el déficit acumulado en el periodo de enero a septiembre por un monto de 2 mil 876.7 millones de dólares es bastante manejable y no contribuye a presionar significativamente a la disponibilidad de divisas.
Mientras tanto, en Estados Unidos, se reportaron cifras económicas mixtas en materia de órdenes de bienes duraderos y de confianza del consumidor, lo que reforzó la posibilidad de que la Fed extienda su política de estímulos económicos hasta el próximo año.
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