Economía

Pese a orden de Trump, 'ciudades santuario' están seguras: Fitch Ratings

La calificadora Fitch Ratings explicó que las 'ciudades santuario' están seguras ante el recorte de recursos propuesto por Donald Trump, puesto que este dinero federal fluye a través de estados y condados, lo que hace difícil que se cumpla esa orden ejecutiva.

Las preocupaciones sobre el recorte de recursos a las 'ciudades santuario', derivado de una orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, probablemente estén fuera de lugar, indicó Fitch Ratings en una nota publicada este lunes.

La calificadora explicó que gran parte del dinero federal del que dependen estas ciudades fluye a través de estados, condados y distritos escolares, lo que hace más difícil el recorte. Se espera que las ciudades, por su parte, planteen desafíos constitucionales a cualquier intento de recortar esos fondos.

Fitch no expuso los posibles desafíos legales, pero hay décadas de jurisprudencia que limitan la capacidad del gobierno federal para hacer que el financiamiento dependa de la política local. El Congreso puede hacer que los dólares de la autopista dependan de las leyes de seguridad vial, pero atar los recursos de la escuela a la política de atención a la salud sería menos probable que pasara.


La calificadora apuntó que en cualquier caso, la orden ejecutiva del presidente Trump es improbable que afecte las calificaciones de bonos de las 'ciudades santuario', lo que significa que es poco probable que la política de inmigración de una ciudad amenace su capacidad para pedir prestado.

Donald Trump generó una ola de protestas la semana pasada cuando firmó una orden ejecutiva para cortar el financiamiento federal a las "ciudades santuario". Ciudades como Chicago, Los Ángeles y Nueva York, cuyos alcaldes se han comprometido a mantener su estatus de santuario frente a las amenazas del nuevo mandatario, reciben millones de dólares al año del gobierno federal, lo que ayuda a pagar todo, desde la educación a la ley de aplicación de transporte público.

La orden de quitar fondos a estos santuarios no vino como una sorpresa; durante su campaña presidencial Trump las atacó a menudo, argumentando que los gobiernos locales estaban poniendo a los ciudadanos en riesgo al no compartir información con las autoridades federales de inmigración.

Ante la situación, las ciudades respondieron que la amenaza era exagerada y que sus departamentos de policía tenían relaciones con las comunidades de inmigrantes caracterizadas por la confianza.

La Casa Blanca no ha respondido una solicitud de comentarios.

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