Petróleos Mexicanos (Pemex) impulsará la fase II del proyecto de combustibles limpios correspondientes a Diésel Ultra Bajo Azufre para las refinerías de Madero, Tamaulipas; Salamanca, Guanajuato; Minatitlán, Veracruz; Tula, Hidalgo, y Salina Cruz, Oaxaca.
La Empresa Productiva del Estado informa que con un monto de casi 4 mil millones de dólares, de los que 58 por ciento será de inversionistas privados, se construirán 12 nuevas plantas y se modernizarán 14 de las ya existentes.
Asimismo, se instalarán sistemas complementarios y servicios auxiliares integrados a dichas refinerías, inversiones que forman parte de las anunciadas el pasado mes ante el presidente Enrique Peña Nieto.
Señala en un comunicado que una vez que concluyó la etapa de diseño de las ingenierías básicas, la construcción de dichas plantas iniciará este mes.
Indica que su puesta en operación se tiene prevista durante el primer semestre de 2018, con lo que se cumplirá la Norma Oficial Mexicana de Emergencia NOM-EM-005-CRE-2015 referente a las especificaciones de calidad de los petrolíferos.
Así, Pemex producirá diésel de alta calidad, con lo que disminuirá significativamente su concentración de azufre de 500 a 15 partes por millón, lo cual representa una baja de emisiones de 12 mil toneladas anuales de bióxido de azufre a partir de la producción de combustibles más eficientes y, sobre todo, más amigables con el medio ambiente, anota.
En la refinería de Madero se invertirán más de mil millones de dólares y los trabajos estarán a cargo de la compañía ICA Flour Daniel. Para el caso de Salamanca se invertirán más de 500 millones de dólares y los trabajos estarán a cargo de Samsung Engineering.
Por su parte, en la refinería de Minatitlán, las inversiones representan 700 millones de dólares y los trabajos estarán a cargo de la empresa Treunidas México Ingeniería y Construcción.
En la de Tula se invertirán más de 600 millones de dólares contratándose con Avanzia Instalaciones, y en Salina Cruz el monto será superior a mil millones de dólares, con una obra a cargo del consorcio Foster Wheeler-Arendal.
La empresa petrolera mexicana informa que se tiene estimado que estos proyectos generarán más de 12 mil empleos directos y 31 mil indirectos.
Además, la reducción de importaciones de diésel representará no sólo un impacto positivo en la balanza comercial del país, sino que impulsará las economías de las localidades en donde se realizarán dichos trabajos.
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