Economía

“Pago en Especie” de impuestos, idea que cumple 57 años

Este programa crea una colección de más de 6 mil 540 obras con un valor individual de hasta 25 millones de pesos y representa la cuarta colección de arte contemporáneo más grande del país.

CIUDAD DE MÉXICO.- A casi 4 décadas de su implementación formal y 57 años de haberse ideado, el programa "Pago en Especie", -facilidad fiscal para que artistas plásticos paguen impuestos con sus obras-, ha dado origen a la cuarta colección de arte contemporáneo más importante del país, después de las del INAH, el INBA y la UNAM, pero el monto recaudado no es difundido.

A la fecha la colección cuenta con 6 mil 540 piezas entre pinturas, esculturas, grabados y fotografías de 703 artistas que se han adherido al programa y a través del cual en 2008 se recaudaron 975 obras; en 2009, mil 209; en 2010, 876; en 2011, mil 085; y en 2013, alrededor de 440.

En 1957, mismo año de su muerte, el muralista Diego Rivera se convirtió en el precursor de la colección "Pago en Especie", al entregar en donación al entonces director del Impuesto sobre la Renta, Hugo B. Margáin, tres de sus últimas obras: Lucila y Los Judas (Estudio del Artista); Conteniendo el hielo del Danubio en Bratislava (Transportando Durmientes) y Paisaje Urbano (Colectando nieve), a las que se unieron 27 obras de artistas como Raúl Anguiano, Rufino Tamayo y Leonora Carrington, entre otros.

Posteriormente se incorporaron pinturas y/o esculturas de Luis Nishizawa, Juan Soriano, Manuel Felguérez, José Luis Cuevas, Jan Hendrix, Sebastián, Francisco Toledo, Rafael Coronel, Fernando Aceves Humana, Gilberto Aceves, Carlos Aguirre, Adolfo Best Maguard, Emiliano Gironella Parra y Ricardo Martínez.

También de Alberto, José, Miguel y Francisco Castro Leñero; Javier y Jorge Marín; Agustín Lazo, Angelina Beloff, Lola Cueto, Ignacio Asúnsolo, Fernando Castro Pacheco, José Chávez Morado, Rodolfo Morales y Benjamín Domínguez.

En entrevista con EL FINANCIERO, el director general de promoción cultural, obra pública y acervo patrimonial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Ramón San Cristóbal, dijo que 4 mil 578 obras son custodiadas en el Museo de Arte de esta dependencia, en el antiguo Palacio del Arzobispado, en la calle de Moneda número 4.

La otra tercera parte se integra de mil 962 piezas que enviaron los artistas de las entidades del país y que se sortearon para remitirlas al Servicio de Administración Tributaria (SAT), quien a través de un Comité de Evaluación conformado por pintores, escultores y galeristas determina que las obras sean de calidad.

El Comité confirma que cumplan las características y técnicas empleadas por los artistas y, de lo contrario las rechaza, dando oportunidad de pagar con otra obra. Las aprobadas son enviadas a museos y/o pinacotecas de los estados y municipios para enriquecer su patrimonio cultural y que la población pueda apreciarlas.

San Cristóbal Larrea comentó que con la exhibición de estas obras de arte, el fisco devuelve en cultura, una parte de los impuestos que la población paga. "Si los artistas hubieran pagado con dinero, definitivamente nos hubiéramos perdido de una de las mejores, sino es que la mejor colección de arte contemporáneo de este país", añadió enfático el arquitecto.

EL DECRETO

Relató que a raíz de que un pintor y escultor amigo de David Alfaro Siqueiros le debía al fisco, y podían embargarle sus bienes, este último y Gerardo Murillo, "El Doctor Atl", visitaron a Margáin Gleason y le plantearon la idea de Inés Amor y Carmen Marín, directoras de la Galería de Arte Mexicano y del Salón de la Plástica Mexicana, respectivamente.

Sin embargo, tuvieron que transcurrir 18 años para que la idea se materializara y el 6 de marzo de 1975, el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez publicó un Decreto autorizando el pago en especie del Impuesto al Ingreso de las personas físicas que causaban quienes producían obras de arte plásticas.

"Esta modalidad es única en el mundo, porque si bien hay países que permiten el pago de impuestos con obras de arte, en México la modalidad es que el artista los pague con obras de su autoría", lo que enriquece el acervo.

El 9 de marzo de 1984 dicho Decreto se modificó con un diverso que autorizó a la SHCP a aceptar el pago de los impuestos federales que causaran las personas dedicadas a las artes plásticas, con obras de su producción.

El 31 de octubre de 1994, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari expidió el Decreto que les otorga facilidades para el pago del ISR e IVA; les condona parcialmente el ISR y facilita el pago de los impuestos por la enajenación de obras artísticas y antigüedades propiedad de particulares.

"Se considera obra gráfica la que esté firmada, numerada, su tiraje no exceda de 100 grabados y siempre que la matriz se destruya o cancele antes de que sea presentada", indicaba el decreto.

LA MEDICIÓN

Desde hace 20 años, la forma de contabilizar la contribución se basa en el número de obras vendidas por cada artista plástico adherido al programa.

El pago de los impuestos se realiza con obras que sean representativas de la producción del artista, correspondiente al año calendario por el cual efectúa el pago o a cualquiera de los dos anteriores.

Si el artista vendió hasta cinco obras, sólo podrá dar en pago una obra; si vendió de 6 a 8, podrá dar 2; si vendió de 9 a 11, podrá dar 3; de 12 a 15, podrá dar 4; de 16 a 20, podrá dar y si vendió 21 obras o más, podrá dar 6 como pago en especie.

"Estamos conjuntamente con el SAT haciendo una revisión de todo esto, porque tenemos la inquietud de que el sistema, la captación, la calidad de las obras y todo mejore", adelantó San Cristóbal.

El número de contribuyentes llegó a 41 millones 659 mil.

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