Economía

Necesaria la colaboración de países desarrollados y emergentes: FMI

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, señaló que las economías emergentes y avanzadas dependen unas de otras por lo que deben trabajar juntas, a través de políticas monetarias acomodativas y gasto en infraestructura, e inversiones en fuentes ajenas a las materias primas.

Economías emergentes y avanzadas dependen unas de otras y el mundo depende de su colaboración, por lo que hay que encontrar formas de trabajar juntas, señaló Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Mientras que las economías avanzadas deben continuar apoyando la demanda a través de políticas monetarias acomodativas y gasto en infraestructura, las economías emergentes pueden ayudar impulsando ingresos de fuentes ajenas a las materias primas y permitiendo políticas de paridad cambiaria más flexibles.

Al hablar en la Universidad de Maryland sobre "El Papel de los Mercados Emergentes en una nueva Alianza Global para el Crecimiento", Lagarde señaló que como grupo las economías emergentes y en desarrollo representan ahora casi el 60 por ciento del PIB mundial y desde 2008 han contribuido con más del 80 por ciento del crecimiento mundial. Sin embargo "a corto plazo, la desaceleración del crecimiento, las salidas de capital en escala y las recientes caídas de la bolsa, son motivo de preocupación".

Advirtió que dentro del grupo de países emergentes, conformado por entre 30 y 50 países, existen grandes diferencias culturales, geográficas y económicas. "Mientras que Rusia y Brasil atraviesan una recesión, India y México disfrutan de un robusto crecimiento, por lo que sería un error pensar en estos países como un bloque homogéneo", dijo.

Ante retos como el rebalanceo de la economía de China, la caída en los precios de las materias primas y las políticas monetarias asíncronas que han fortalecido al dólar estadounidense, la directora gerente del FMI expone que los mercados emergentes pueden empezar a manejar los retos inmediatos enfocándose en las economías exportadoras de materias primas que han incrementado sus déficit presupuestales y aumentado las presiones cambiarias.

"Estos países podrían hacer ajustes fiscales menos dolorosos, a través de elevar la eficiencia del gasto público, fortalecer sus instituciones fiscales e incrementar los ingresos de fuentes diferentes a los commodities", dijo Largarde.

Identificó entre los desafíos de las economías emergentes en primer lugar a la transición del crecimiento de China con el rebalanceo de su economía de industria a servicios y los efectos colaterales en el comercio y la disminución de la demanda de materias primas. En segundo término expuso la baja en los precios de las materias primas.

El petróleo y los metales han visto reducir su precio en cerca de dos tercios desde sus más recientes máximos y como consecuencia, muchas economías emergentes exportadoras de insumos básicos están bajo fuerte presión y algunas monedas han mostrado ya importantes depreciaciones.

En tercer lugar, señaló la asincronía de las políticas monetarias. Por un lado la Reserva Federal de Estados Unidos ha incrementado sus tasas de interés, mientras que otras economías avanzadas no han elevados sus tasas o las han movido en la dirección opuesta. Esto ha contribuido al fortalecimiento del dólar.

Tanto las economías avanzadas como las emergentes deben alcanzar temas económicos fundamentales para impulsar el crecimiento potencial, principalmente con dos prioridades: más y mejor innovación y facilitar mayor intercambio tecnológico.

"Países desarrollados como emergentes necesitan completar e implementar una agenda de reformas regulatorias, esencial para crear un sistema financiero global más resilente", puntualizó.

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