Economía

Mientras la inversión se hunde en muchas economías, un archipiélago está en auge


Reuters
 
Ginebra .- Los esfuerzos para que las compañías dejen de desviar dinero a través de paraísos fiscales están fracasando mientras que los centros "offshore" aumentaron su parte en inversiones extranjeras directas (FDI, por su sigla en inglés) nuevamente el año pasado, según un reporte de Naciones Unidas.
 
"Abordar solo los centros financieros 'offshore' claramente no es suficiente, y no aborda el problema principal", según el Reporte Mundial de Inversión, divulgado el miércoles por la agencia económica UNCTAD.
 
Mientras la inversión se hunde en muchas economías, un país está disfrutando de un auge: las Islas Vírgenes británicas, con una población de 30,000 habitantes, actualmente es el quinto mayor receptor de FDI en el mundo, según el reporte.
 
El archipiélago caribeño recibió casi 65,000 millones de dólares de flujos de inversión en el 2012, un poco menos que Brasil, en el cuarto lugar, y 10 veces más el monto que recibió de FDI en el 2006.
 
Los flujos de inversión a paraísos fiscales semejantes se dispararon en los últimos cinco años, desde un promedio de 15,000 millones de dólares en el período 2000-2006 a 75,000 millones de dólares por año en 2007-2012, según el reporte.
 
"Las economías de los paraísos fiscales ahora representan una parte en aumento de los flujos de FDI globales, como en un 6%", dijo el reporte de la agencia de la ONU.
 
En tanto, los flujos tradicionales de FDI -compras corporativas transfronterizas y expansiones en el extranjero- han caído.
 
Entre los más afectados figuran países ricos de la zona euro como Bélgica, que recibió 103,000 millones de dólares en 2011 pero perdió dinero en 2012 mientras los inversores se retiraban.
 
Los Países Bajos sufrieron un revés similar aunque menor, mientras que el total de 49,000 millones de dólares de FDI que recibió Alemania en el 2011 cayó a menos de 7,000 millones el año pasado.
 
La inversión extranjera directa global se hundió un 18% a 1.35 billones de dólares en el 2012 y es posible que se sitúe en un nivel similar este año, según el reporte. UNCTAD prevé flujos globales de inversión de 1.2 billones de dólares para el próximo año y 1.8 billones de dólares en el 2015.
 
En paraísos fiscales, la amplia mayoría de los flujos de FDI no están destinados a proyectos en el país. En cambio, son desviados de nuevo al país originario.
 
"Por ejemplo, los tres destinos principales de flujos de FDI de la Federación Rusa -Chipre, los Países Bajos y las Islas Vírgenes Británicas- coinciden con los tres principales inversores en la Federación Rusa", según el informe.
 
Eso podría significar que el FDI global es incluso más débil de lo que parece, ya que una gran parte vuelve al país originario.
 
Inclusive más dinero es canalizado a través de "entidades de propósito especial". Las compañías establecen estas afiliadas extranjeras para propósitos específicos como manejar riesgo de tipo de cambio o facilitar la financiación de una inversión.
 
El flujo de dinero a esas entidades en solo tres países -Hungría, Luxemburgo y los Países Bajos- totalizó 600,000 millones de dólares en 2011, eclipsando los 90,000 millones de dólares de flujo a los paraísos fiscales.
 
Los flujos a las entidades de propósito especial de esos países no fueron contabilizados como FDI en el reporte.
 
Aún más impuestos se evitaron por transferencias transfronterizas, que las compañías pueden usar para cambiar ganancias a jurisdicciones de menores impuestos y mostrar aparentes pérdidas en mercados con altos costos impostivos, dijo el reporte.
 
Pese a que la OCDE ha intentado frenar el flujo de FDI a paraísos fiscales, el total "no parece estar disminuyendo", según el informe, en parte porque las grandes compañías aún necesitan un lugar para enviar su dinero.
 
Y aunque grandes inversores como Japón y Estados Unidos han tenido éxito en recortar la cantidad de dinero enviado a paraísos fiscales, muchos países no miembros de la OCDE tomaron su lugar, asegurando así el aumento y crecimiento de los flujos a los paraísos fiscales.
 
El reporte instó a una discusión de diferenciales de tasas impositivas corporativas entre países, regímenes impositivos extraterritoriales y gravámenes sobre ganancias repatriadas.
 
"Sin acciones paralelas en estos frentes, los esfuerzos para reducir la evasión impositiva a través de centros financieros 'offshore' y entidades de propósito especial es como nadar contra la corriente", dijo el reporte.

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