Jeanette Leyva Reus
México se ha consolidado como una de las economías con menores vulnerabilidades macroeconómicas del mundo, lo que le permite tener un sistema financiero fuerte y capaz de atender las necesidades crediticias del país.
Por ello, se ha convertido en un ejemplo para muchas economías, al mantener una gestión responsable de sus finanzas públicas y trabajar en la aplicación de las reformas estructurales, indicó Francisco González, presidente de Grupo BBVA.
La crisis en Europa, afirmó, no ha afectado a BBVA Bancomer, al tener un modelo independiente que protege a las filiales frente a eventualidades que puedan presentarse, por lo que su estrategia de crecimiento se mantiene en el largo plazo.
En la Reunión Anual de Consejeros Regionales de BBVA Bancomer, González destacó que el modelo de negocio está bien diversificado; prueba de ello es que en el primer trimestre del año, la filial mexicana contribuyó con 1,941 millones de dólares a los ingresos del grupo español, lo que representó 28% del margen bruto.
Vicente Rodero, vicepresidente del consejo de administración y director general de Grupo Financiero BBVA Bancomer, aseguró que hoy nuestro país está de moda, tanto para inversionistas locales como internacionales, al tener fundamentales macroeconómicos y financieros sólidos.
Un factor que favorece actualmente a México son las expectativas generadas por las reformas estructurales que impulsa el gobierno, que buscan potenciar el crecimiento económico e incrementar la competencia, señaló.
"Todas estas reformas son de un enorme calado, pero tenemos que ser claros: están en su fase inicial y se espera con gran expectativa cómo se van a desarrollar, especialmente lo que se refiere a la reforma fiscal y la energética."
Agregó que es claro que los efectos de estas reformas sobre el crecimiento, si se aprueban y aplican adecuadamente, sólo se observarán en el mediano plazo.
La estabilidad del país, así como las expectativas de las reformas, son un soporte para el crecimiento económico de México en los próximos años, por lo que son factores que ahora mismo está descontando el mercado, anotó Rodero.
La expectativa es que el país crezca en los próximos tres años a tasas de 3%, sin contar el efecto de las reformas estructurales, que estima podrían aportar más de cien puntos básicos al crecimiento.
Informalidad, reto
Sin embargo, el reto más importante que enfrenta México para consolidar las perspectivas del crecimiento actual es abatir la informalidad, ya que es una gran traba para el futuro del país, para el crecimiento del crédito y para la institucionalización del tejido empresarial.
"Disminuir la informalidad tendría enorme beneficio para el crecimiento económico, para el nivel de vida de las personas, para el negocio bancario y para el dinamismo de las empresas del país", apuntó.
Rodero explicó que entre las reformas que vienen, la financiera es positiva y pide a la banca un mayor impulso del crédito, pero también requiere de que se hagan algunos cambios en ella, como en el tema de dividendos, que de acuerdo con la propuesta de ley se les restringe el pago a sus accionistas en ciertas situaciones.
Lo más importante es que el sistema financiero es hoy una fortaleza para el país, al tener un marco regulatorio bien definido y presenta elevados niveles de liquidez y solvencia, con bajos índices de cartera vencida, además de continuar siendo rentable.
Información proporcionada por El Financiero Diario.
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