Economía

Economía mexicana cae en nuevo bache durante junio


Esteban Rojas
 
 
La actividad económica en México presentó una recaída en el pasado junio, al bajar el IGAE, lo más aproximado a un PIB mensual, 0.4 por ciento a tasa anual. Este comportamiento es el peor para un mismo mes en cuatro años, de acuerdo a cifras publicadas por el INEGI.
 
 
El pare siga de la actividad económica se ha reflejado en que en dos meses del presente año, el IGAE ha registrado variaciones negativas. Tan solo en el pasado marzo, también se reportó una disminución de 1.4 por ciento, afectado por un efecto de menores días laborales.
 
 

La baja en los diferentes sectores que componen al IGAE fue prácticamente generalizada, a pesar de que el efecto calendario ahora jugo a favor. En este caso destaca el desplome de 2.7 por ciento en las actividades secundarias, las más ligadas con la actividad exportadora de nuestro país. En tanto que las actividades primarias bajaron en 1.9 por ciento en junio.
 
 

Contrastando con el movimiento dominante, el sector servicios logró subir 1.1 por ciento, mostrando una tibia respuesta de recuperación del mercado interno. La velocidad con que se viene desempañando la actividad económica ha llevado a la Secretaria de hacienda a reducir, por segunda vez en el año, su estimación de crecimiento para el PIB en el 2013.
 
 

La primera fue el pasado 17 de mayo al pasar de 3.5 a 3.1 por ciento. La segunda, lo disminuyó ahora hasta 1.8 por ciento. Es decir, que de la proyección original, contenido para la elaboración del presupuesto la ha corregido prácticamente a la mitad.
 
 

De esta manera, la nueva estimación de la Secretaria de Hacienda se coloca por debajo de la Banco de México y de la de muchos analistas del mercado. Con esto pasa de ser de una proyección oficial que se antojaba optimista a una de las más pesimistas.
 
 

Las cifras oficiales, entre otras cosas, desempeñan un papel de formadores de expectativas. El haber disminuido su pronóstico corre el riesgo de provocar una nueva oleada de bajas en las estimaciones en el promedio del mercado.
 
 
El comportamiento de la economía abre un nuevo frente de presión para el Banco de México, en el sentido de que es necesario revaluar la necesidad de bajar la tasa de referencia, actualmente en el 4.0 por ciento. La decisión no es fácil, dado que a pesar de la baja en la inflación, se tiene en contra un preocupante repunte en las tasas de interés en los Estados Unidos.
 
 

El débil desempeño de la actividad económica, muestra la necesidad de completar las reformas estructurales para dar impulso al mercado interno, debido a que es probable que persistan resistencias para que el motor externo de la economía aumente su dinamismo.
 
 
 

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