El presidente argentino Mauricio Macri dijo que su gobierno no tiene un "Plan B" para la economía y confía en poder bajar la inflación y estimular el crecimiento al mismo tiempo antes de las elecciones clave de medio término en octubre.
"No hay Plan B. Tenemos que hacer las dos cosas al mismo tiempo", dijo Macri en una entrevista en la residencia presidencial en las afueras de Buenos Aires. "No hay otra manera. Con una inflación más baja defiendes el valor del salario del trabajador, y ese es mi principal compromiso".
Aunque la economía salió de la recesión y los precios al consumidor comenzaron a caer desde un máximo de 47 por ciento el año pasado, Macri se enfrenta a su primera huelga general porque los sindicatos protestan contra la inflación alta y las promesas rotas de proteger puestos de trabajo. La huelga tiene lugar en el primer día completo de la edición latinoamericana del Foro Económico Mundial que se celebra en Buenos Aires este año.
La inflación en Argentina comenzó a bajar a finales de año, y alcanzó un mínimo desde 2008 en el segundo semestre. Pero se aceleró nuevamente en febrero a 2.5 por ciento con respecto al mes anterior y el banco central ha mantenido las tasas de interés en 24.75 por ciento desde noviembre, citando resultados mixtos en los indicadores de inflación que sigue.
Una revisión a las estadísticas del PIB el mes pasado reveló que la economía salió de la recesión en el tercer trimestre, y que el crecimiento se aceleró a 0.5 por ciento en los últimos tres meses del año respecto al trimestre anterior. Sin embargo, la actividad económica se contrajo 0.5 por ciento en enero respecto a diciembre, lo que demuestra que la recuperación es débil.
"No se puede cambiar 15 años en 15 meses (...) Si quieres ver magia tienes que ir a Las Vegas y ver a David Copperfield", apuntó Macri.