Los precios del petróleo dieron fin a una racha bajista de cuatro años, luego que en 2017 promediaron los 52.81 dólares por barril, un incremento de 23.35 por ciento sobre 2016, de acuerdo con los datos sobre precios de los commodities publicados por el Banco Mundial.
Las estadísticas del organismo muestran que fue un año positivo para las materias primas con una significativa recuperación de más de 20 por ciento en los precios de los energéticos y en los insumos industriales, en tanto que los valores de los productos agrícolas y de los metales preciosos se mantuvieron estables.
Una baja en los inventarios de petróleo a nivel global ante una fuerte demanda, además del apoyo por parte de los principales países productores para restringir su oferta en un acuerdo extendido hasta diciembre de 2018, fueron factores que ayudaron a que los precios del 'oro negro' sostuvieran su recuperación y esta tendencia se espera que se mantenga en este año.
Otro producto que destacó fue el carbón australiano con un repunte de 34.2 por ciento al promediar en el año los 88.42 dólares por tonelada métrica; sin embargo, las expectativas para este 2018 son las de un ajuste a la baja ya que anticipa que el precio descienda a 70 dólares por tonelada métrica ante la tendencia global para desalentar el uso de esta energía para alcanzar los compromisos del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
En la misma sintonía estuvieron las materias primas de uso industrial, el aluminio, el cobre y el zinc tuvieron precios promedio en 2017 que superaron a los del año anterior en 23, 27 y 38 por ciento, respectivamente, posicionándose en las mejores cotizaciones de los últimos años. De cara a los próximos doce meses, con la excepción del mineral de hierro, se espera que los precios de los metales aumenten moderadamente aunque hay riesgos a la baja como una desaceleración en la demanda por parte de China.
Los precios agrícolas se mantuvieron casi inalterados en 2017 y se espera que suban marginalmente en 2018. La mayoría de los mercados de alimentos están bien abastecidos, y se prevé que la relación de existencias a consumo llegue a máximos, según el Banco.
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