Irene Espinosa Cantellano, propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto como integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México, manifestó que el nivel de inflación en el país "es más alto de lo deseable, pero existe la perspectiva de que disminuya".
"No hay factores o choques externos que puedan impactarla y sí existen variables que podrían hacernos pensar que en 2019 llegaríamos a la meta inflacionaria del Banco de México del 3 por ciento", dijo.
Dijo a los legisladores que hay tres puntos principales para trabajar como subgobernadora del Banco de México: "conocimiento del propio Banco, la estrecha relación con instituciones del sistema financiero nacional e internacional y la experiencia en consejos de administración y órganos de gobierno".
Por ello pidió "no tener duda sobre su honradez y transparencia para las funciones".
"Cuento con habilidades y capacidades avaladas por mi experiencia, para participar como subgobernadora del Banco, y la aportación en términos de género es importante, ya que la diversidad propicia innovación en los órganos de gobierno", reafirmó.
En su comparecencia ante diputados y senadores de la Tercera Comisión de la Permanente del Congreso de la Unión, expuso que el entorno de este año obliga a estar vigilantes de las condiciones globales, bilaterales y trilaterales, además de la política monetaria.
Previo a recibir 10 votos a favor, cuatro abstenciones y uno en contra del dictamen de la propuesta del Ejecutivo para su designación, Espinosa Cantellano sostuvo que "debe prevalecer la prudencia, ya que en política financiera no hay que adelantarse ni atrasarse", y aseguró que el banco central mexicano puede hacer frente a choques internos y externos.
Precisó que variables exteriores como la relación con Estados Unidos y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), no dejan muy claro si sólo generan desventajas, porque existen análisis que adelantan que la reforma fiscal de EU podría hacer crecer a la economía mexicana y entrar a un proceso de desarrollo.
Explicó que la economía mundial enfrenta desafíos importantes como la integración global del sistema financiero y es importante tomar en cuenta lo que pasa alrededor del orbe. "Pareciera que la crisis del 2008 empieza a quedar atrás; sin embargo, los bancos centrales enfrentan retos sobre desarrollo del sistema financiero, ciberseguridad, sistemas paralelos basados en tecnologías de información y criptomonedas".
Aseguró que el Banco de México tiene un sistema de gobierno que asegura su autonomía, y por ley, está obligado a tomar decisiones libres de la coyuntura política y social del país. "Justamente, al contar con una Junta de Gobierno donde hay diversos puntos de vista, se busca preservar la independencia del banco".
Consideró que esta institución tiene un marco legal sólido para cumplir con sus funciones y cuenta con los instrumentos de la regulación monetaria, la política cambiaria y las tasas de interés.
Comentó también que la inclusión financiera es una agenda pendiente en México, pero hay esfuerzos de Banxico al respecto y, a través de la implementación de la Reforma en Telecomunicaciones, se podrá avanzar en ese objetivo.
Explicó que si bien hay bancos centrales que tienen un mandato dual, el de México se centra en el control del poder adquisitivo de la moneda, porque la mejor manera en que Banxico puede contribuir al crecimiento económico es a través de la estabilidad de precios.
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