Economía

La industria, un lastre para la economía en 2013

Tlaloc Puga Mercado
 

Concluye 2013, un año en el que México observó una fuerte desaceleración económica que muchos intentarán olvidar, sobretodo en su industria, por lo que algunos analistas consideran que este sector fue un lastre para la economía durante este periodo.
 
La desaceleración en el ritmo de actividad industrial ha sido importante, pues el Producto Interno Bruto (PIB) secundario pasó de registrar tasas de crecimiento de 3.5 por ciento en promedio entre 2010 y 2012, a una contracción de 0.9 por ciento en los primeros tres trimestres del año actual, en términos reales.
 
En lo externo, la industria mexicana fue afectada por un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones no petroleras, que de crecer a tasas de 17.6 por ciento entre 2010 y 2012, a noviembre de 2013 lo han hecho a sólo 3.9 por ciento. Sin embargo, el componente interno también ha contribuido a explicar esta importante desaceleración, específicamente sectores clave, como el de la construcción.
 
El PIB de la construcción acumula cuatro trimestres con tasas anuales reales negativas del orden de 3.4 por ciento, afectado tanto por un menor gasto público, como por una menor inversión privada.
 

Arnulfo Rodríguez, economista senior de BBVA Bancomer, indicó que este sector se vio afectado por un menor dinamismo del gasto del sector público y por la caída de la inversión privada en la construcción, la cual está muy ligada con la edificación residencial y que representa alrededor de 50 por ciento de la producción bruta total de la construcción.
 
Para el director de Análisis y Estrategia del Grupo Actinver, Ernesto O´Farrill, el anuncio del Programa Nacional de Vivienda, presentado a principios de año por la nueva administración federal y que privilegia la construcción de viviendas verticales, resultó negativo para las constructoras.
 
La minería fue otro sector al que 2013 no le sonrió, pues los tres primeros trimestres de este año fueron negativos, promediando un descalabró de 1.9 por ciento, frente al mismo periodo de 2012, cuando creció 1 por ciento.
 
El especialista de BBVA Bancomer indicó que tanto la minería petrolera como la no petrolera se vieron afectadas este año. La primera se vio impactada por la ligera disminución en la plataforma de producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y por el descenso en los precios de la mezcla mexicana; mientras que la segunda se vio impactada por los menores precios de los metales preciosos.
 

A las industrias manufactureras tampoco les fue bien, pues durante el primer trimestre de 2013 sufrieron su primer desplome en más de tres años, al descender 1.2 por ciento anual, y acumularon un crecimiento de apenas 1.2 por ciento entre enero y septiembre de este año, tras crecer 4.6 por ciento en igual lapso del año pasado.
 
Este comportamiento fue influenciado a partir de que en marzo, el Congreso estadounidense no llegó a un acuerdo del presupuesto de 2013, y se empezaron a aplicar los recortes automáticos al gasto que estaban programados anteriormente, señaló O´Farrill.
 
Ante este contexto, la fabricación de insumos textiles se vio afectada, pues cayó siete veces entre enero y octubre, acumulando una contracción de 2.8 por ciento, respecto de igual lapso en 2012, cuando aumentó 3.2 por ciento.
 
No todo fue malo
 
Afortunadamente hubo sectores de la economía que mantuvieron su ritmo en 2013, o incluso se dinamizaron más, como lo fueron las exportaciones automotrices y la fabricación de equipo de computación y comunicación.
 
En los primeros 11 meses del presente año, el saldo de las ventas al exterior del sector automotor acumuló un crecimiento de 10.9 por ciento, cerca de 12.1 por ciento observado en el mismo periodo de 2012.
 
Emilio Diez de Sollano, analista de Scotiabank, consideró que la manufactura automotriz mexicana mantiene perspectivas positivas, entre otros factores, por la consolidación de la recuperación económica en Estados Unidos, e indicó que todo parece señalar que en 2013 se presentará un nuevo máximo histórico de autos exportados.
 

Destacó también que las ventas locales se mantienen sólidas, a pesar de las recientes lecturas en la confianza de los consumidores mexicanos.
 
La fabricación de equipo de computación, comunicación y medición, fue otro ramo al que las cosas le salieron bien este año, pues presentó tasas de crecimiento de dos dígitos en prácticamente todo el año, algo no visto desde el año 2000, con lo que acumuló un alza de 15.1 por ciento durante los primeros diez meses de 2013, muy por arriba del 3.8 y 5.9 por ciento observado en 2012 y 2011, en ese orden.
 
En general, el directivo de Actinver señaló que 2013 fue un año "inusualmente negativo para la industria", pues México es un país que depende mucho de su sector externo.
 

Señaló también que lo normal es que la industria avance por arriba del promedio de la economía, y en este año va a crecer muy por debajo de la media, pues prácticamente es el sector servicios el que está impulsando el crecimiento.
 

"La industria resultó ser un lastre para la economía en 2013, pero se va a convertir en un detonador del crecimiento para 2014", sostuvo el directivo del grupo financiero.
 

Por ello, en Actinver estiman un crecimiento de la economía mexicana de 3.6 por ciento para 2014, en el que la industria crecería 3.9 por ciento.
 

Rodríguez, de BBVA Bancomer, indicó que 2013 para el sector industrial será "un año para el olvido", debido a que hubo una coincidencia de varios factores desfavorables, como el subejercicio del gasto público que afectó a la construcción, así como la debilidad tanto de la demanda externa como interna, la cual afectó a las manufacturas. A lo anterior se sumó la menor producción petrolera y la caída en el precio de los metales.
 
No obstante, BBVA Bancomer espera un crecimiento del PIB de 3.1 por ciento para 2014, en el que la industria crecería 2 por ciento.
 
Gabriel Lozano, economista en jefe para México de JP Morgan, indicó que las cifras hablan por sí solas, y demuestran que 2013 fue "un año muy malo para la industria", particularmente el segundo trimestre.
 
Aunque descartó que fuese una tormenta perfecta, o un balance fundamentalmente negativo, porque durante la segunda mitad del año se observó una mejoría importante en la industria, que debería demostrar que en la primera mitad de 2014 se estaría viviendo un buen rebote, que debería compensar el mal desempeño observado en el segundo trimestre, lo que apoyaría su estimado de crecimiento para el PIB mexicano, de 3.4 por ciento para 2014.
 

 
 
 
 
 
 

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