TOKIO.- La economía de Japón evitó una recesión técnica durante el tercer trimestre, luego de que un dato preliminar apuntaba a una contracción del Producto Interno Bruto (PIB). Éste fue revisado a una expansión anualizada de 1.0 por ciento, dando esperanzas a los funcionarios que luchan por finalizar años de estancamiento y baja inflación.
En su segunda revisión del PIB para el periodo de julio a septiembre, pasó de una caída original de 0.8 por ciento a un crecimiento de 1.0, superando la estimación promedio del mercado de una expansión de 0.1 por ciento, lo que sugiere que la tercera economía más grande del mundo está en mejor condición de lo que inicialmente se había pensado.
De esta forma, sólo en el periodo de abril a junio se mantiene con una contracción de 0.5 por ciento, siendo el único trimestre que se observó una desaceleración en el año.
19 de noviembre: Las exportaciones cayeron en octubre por primera vez en el año.
23 de noviembre: PMI manufacturero sube a su mayor nivel en 20 años, alcanzo los 52.8 puntos, manteniéndose en zona de expansión.
26 de noviembre: La inflación al consumidor bajó por tercer mes consecutivo, en esta ocasión fue de menos 0.1 por ciento, por menores costos de energía. También se informó que el desempleo cayó a 3.1 por ciento, su menor nivel del año; sin embargo, el gasto de las familias bajó 2.4 por ciento, su segunda baja de forma consecutiva.
30 de noviembre: La producción industrial avanzó en octubre por segundo mes consecutivo.
7 de diciembre: Confianza empresarial subió en diciembre a su mayor nivel en cuatro meses.
El gasto de capital fue un elemento clave para la expansión, gracias a que fue revisado a un aumento de 0.6 por ciento desde una caída preliminar de 1.3 por ciento, mostraron el martes datos del gabinete.
Otro elemento que podrá aumentar el PIB del último trimestre es una expectativa de que el gobierno presente un presupuesto suplementario que supere los tres billones de yenes (24 mil millones de dólares), mientras el BOJ se dirige a mantener su enorme programa de estímulo para acelerar la inflación a su meta de dos por ciento anual.
Las compañías manufactureras han conseguido enormes ganancias gracias a la debilidad del yen, propiciada por las políticas de estímulo del primer ministro Shinzo Abe. Pero han actuado con lentitud a la hora de subir los sueldos y aumentar el gasto de capital debido a preocupaciones sobre el panorama externo, lo que ha mantenido la debilidad del crecimiento.
Muchos analistas esperan que la economía se recupere modestamente en el actual trimestre, aunque persiste la incertidumbre sobre el gasto de las familias y de las exportaciones, por la fuerte contracción de la demanda china.