Con una inversión superior a los 150 millones de pesos ejercidos en la última década, la Isla Pasión, que se ubica al norte de Cozumel, ha logrado consolidarse como un atractivo turístico diferenciado, al ser la única isla privada en el Caribe mexicano con oferta de servicios de lujo para atender la demanda de visitantes nacionales y extranjeros.
Incluso, ante el creciente desarrollo del segmento de bodas en el paradisíaco lugar, el grupo a cargo contempla en el corto o mediano plazo una inversión adicional de 30 millones de dólares para la construcción de un hotel boutique de lujo de 60 llaves, 30 de las cuales serían palafitos alrededor de la isla.
Hugo César Camou, CEO de Isla Pasión, precisó que el destino de atractivo y belleza natural, con apenas un kilómetro de largo, y en el que convergen diversos ecosistemas, además de la carga ancestral, pues su nombre se atribuye a un antiguo ritual de la Cultura Maya vinculado con la fertilidad, "nos ha permitido poderlo utilizar para tener un producto muy bueno y diferenciado en oferta de tours y bodas".
Comentó que el destino, el cual se ubica dentro del Área Natural Protegida de Cozumel, reporta actualmente una afluencia anual de más de 100 mil turistas, en su mayoría pasajeros de cruceros, y la realización de al menos 40 bodas en el mismo período, por lo que ya se perfilan nuevas inversiones para consolidarlo en el sitio de distinción que ha logrado al paso de los años.
"Hemos invertido mucho en el futuro de la isla, y el hotel, cuyo proyecto ya está elaborado, se concretará en el corto o mediano plazo. Se trata de 60 habitaciones de las cuales 30 se colocarán en palafitos alrededor de la isla", aseveró.
El directivo explicó que "el objetivo se ha cumplido, la isla crece en número de visitantes, que ahora es tres veces mayor al que teníamos en 2006, es un indicador; en el año en que la adquirimos (2006) tenía pérdidas y ahora es una compañía financieramente sana que tiene márgenes del orden del 15 por ciento, y lo hemos visto al paso del tiempo", añadió.
La isla tiene una historia corporativa extensa, dijo, "originalmente, se hacía un tour que se llamaba Robinson Crusoe, en el que se llevaba a los turistas para disfrutar del paraje y se hacía una barbacoa, similar al que hacemos ahora saliendo desde Cozumel. En los 90's, un español hizo una compañía que se llama Península de la Pasión, que todavía opera, e hizo acuerdos con los cruceros para llevar pasajeros, sobre todo de las líneas filiales de Carnival Cruises Line".
"Con el paso del tiempo y cosas que pasaron, además de un tema de descuido, el producto se fue quedando obsoleto hasta el punto en que el español dijo que ya no tenía más interés en conservar la isla, y en 2006 decide venderla y como grupo empresarial la adquirimos", subrayó.
Hugo César Camou afirmó que les ha ido muy bien y, además de otros distintivos, el año pasado obtuvieron el Premio Nacional a la Diversificación de Productos Turísticos, que otorga la Secretaría de Turismo (Sectur), en la categoría de Destinos de Romance, por las bodas que hacen en el lugar, y este año el mismo galardón se atribuyó pero a la categoría de Cruceros.