Economía

IP advierte que en México el desafío a superar es la pobreza

Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE, consideró que es necesario el impulso a la formalización económica para reducir los diferenciales en productividad entre sectores y empresas.

CIUDAD DE MÉXICO.- El sector privado pidió elevar la discusión del incremento de los salarios mínimos hacia un análisis integral en torno a las causas y soluciones viables al problema de la pobreza en México, que es el verdadero desafío a superar.

Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), explicó que limitar la reflexión sobre las brechas y rezagos en los ingresos personales al modelo de fijación de salarios mínimos, implica reducir un asunto tan complejo a una visión parcial; además dijo que la política social debe trascender el carácter asistencial, para pasar de los paliativos a las soluciones efectivas para superar la pobreza y la marginación.

En su mensaje semanal, anotó que a pesar de que en el país se han invertido cuantiosos recursos públicos durante décadas, persiste el gran desafío nacional de consolidar sistemas públicos de seguridad social, salud y educación con cobertura universal y de calidad, de tal manera que estas prestaciones sociales cumplan con su potencial en el combate a la marginación.


Sostuvo que en esos retos es donde residen las soluciones a los problemas de pobreza en México y no en medidas efectistas, con beneficios efímeros que muy pronto son contraproducentes y generan impactos colaterales negativos.

Indicó que en esta línea es importante aclarar que no es en la planta laboral del sector formal de la economía, donde está ocupada la población en condiciones de mayor pobreza.

Puntualizó que sólo el 4.2 por ciento de los asalariados de tiempo completo percibe un salario mínimo y de este porcentaje hay que deducir a aquellos que están en la informalidad, quedando un total de aproximadamente 280 mil trabajadores formales con dicha remuneración, entre los cuales la gran mayoría obtiene percepciones adicionales en la forma de prestaciones, propinas, bonos y apoyos, además del reparto de utilidades anual que marca la ley.

Insistió que los trabajadores de menores ingresos en el sector formal están concentrados en giros económicos muy específicos, particularmente en aquellos con mayor rezago en términos de productividad y menor capacidad para su desarrollo y modernización.

De acuerdo a Gutiérrez Candiani, en México sigue pendiente poner como verdadera prioridad nacional, en todos los órdenes de gobierno, el impulso a la formalización económica, necesario para reducir los diferenciales en productividad entre sectores y empresas.

Destacó que en una industria como la automotriz, la remuneración real creció al 8.3 por ciento en promedio anual a partir de un aumento de la productividad de 10.2 por ciento anual en los últimos cinco años, en cambio, en sectores de menor desarrollo, ambos factores han permanecido estancados, o bien, la pérdida de productividad ha presionado a la baja las percepciones reales.

Señaló que Para que se eleven los ingresos de todos los mexicanos de manera sostenida y sobre todo, que se reduzca la pobreza que padecen millones de familias, debe concentrarse el debate público del aumento a los minisalarios en los factores que realmente van a producir el cambio: detonar el ciclo inversión-productividad-crecimiento-empleo; estrategia de desarrollo regional; y política social eficaz, que logre el mayor y más perdurable impacto positivo en las capas de la población más necesitadas, acotó.

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