Economía

Inversión en México insuficiente para detonar mayor crecimiento económico


 

Esteban Rojas H

La formación bruta de capital ascendió a 2.09 billones de pesos a precios del 2003, superando por primera vez al máximo anterior de antes de la crisis mundial desatada con particular intensidad a finales del 2008, de acuerdo a cifras reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

El monto de la inversión se encuentra en un máximo histórico, pero su contribución al crecimiento económico se ha rezagado. En el 2012, la formación bruta de capital contribuyó con 1.2 puntos al crecimiento del Producto Interno Bruto, por debajo de 1.7 puntos del 2011.

Cabe destacar que tanto en el 2011 como en el 2012, la economía mexicana registró una tasa de crecimiento de 3.9%, acompañada con un menor aporte de la formación bruta de capital.

A pesar de la recuperación de la inversión en los últimos 4 años, en términos de la estructura porcentual, representó en el año pasado el 21.9 del PIB, cifra por debajo del 23.1 del 2008.

Para llegar a escalar a tasas de crecimiento de la economía mexicana de alrededor del 6.0%, como las observadas en buena parte de la década de los sesenta, el monto de la inversión tendría que ser como mínimo del 25% del PIB.

Un mayor papel de la inversión como detonante del crecimiento económico, estará atado a las reformas estructurales, como la recientemente aprobada en el sector laboral, a lo que se pudiera unir pronto la de telecomunicaciones, en proceso de negociación en el Congreso.

En el tintero todavía se encuentra la posibilidad de presentar en el segundo semestre las correspondientes al sector energético y la hacendaria.

El conjunto de reformas, aunado la posibilidad de una mejora en la calificación de la deuda soberana y la existencia de una estabilidad financiera, reflejada en un menor costo del dinero, conforman un mejor contexto para la inversión para los próximos años.

Dentro de las condiciones para mejorar el entorno de la inversión, también desempeña una aspecto importante el avanzar en las condiciones de seguridad.

Uno de los grandes retos es transformar a nuestro país, no solamente en un importante receptor de la inversión de portafolio dirigida a la adquisición de papeles de deuda gubernamental, sino de atraer capitales nacionales e internacionales a la inversión productiva, que genera un mayor y mejor empleo.

Otro de los desafíos consistirá en impulsar en mayor medida a las fuentes internas del crecimiento económico, ante la posibilidad de que el motor externo tienda a perder fuerza, como resultado del lento desempeño de la actividad productiva en los Estados Unidos, lo que se podría ver reforzado en caso de una excesiva apreciación del peso.

En el 2012, las exportaciones representaron el 33.4% del PIB, pero su contribución al crecimiento económico fue de solamente de 1.5 puntos, inferior a los 2.5 puntos de un año antes.

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