Economía

Inflación en Japón, amenaza para la agenda de política económica

Para que se cumpla la expectativa del Banco Central de Japón relacionada con un aumento de precios de 2.0% para el próximo año fiscal, éste deberá modificar su política de alivio monetario porque la inflación y la confianza no repuntan.

TOKIO.- La inflación subyacente anual al consumidor de Japón se desaceleró en agosto, en otra señal de que el Banco Central podría verse obligado a tomar medidas adicionales de alivio para cumplir con su meta de aumento de precios de 2.0 por ciento para el próximo año fiscal.

Sin embargo, no hay prácticamente ninguna posibilidad de que los funcionarios decidan un mayor alivio cuando termine la próxima reunión del Banco de Japón el 7 de octubre.

Los deslucidos datos de confianza e inflación, combinados con la reciente debilidad en el gasto del consumidor y de las exportaciones, también podrían obligar al gobierno a elaborar un paquete de estímulo que ayude a la economía japonesa a superar una segunda alza de impuestos a las ventas prevista para 2015.


"El Banco de Japón tendrá que aliviar su política el próximo año, ya que la inflación no se acelerará de nuevo", dijo Takuji Aida, economista jefe de Société Générale Securities.

"La segunda alza de impuestos a las ventas ya ha sido aprobada como ley, pero el gobierno pondrá en marcha un gran paquete de estímulo", agregó.

Los precios subyacentes al consumidor, que incluyen productos derivados del petróleo pero excluyen los alimentos frescos, subieron 3.1 por ciento en agosto respecto al año anterior, un poco menos que la estimación promedio que anticipaba un alza de 3.2 por ciento.

El Banco de Japón estima que el aumento de los impuestos sobre las ventas, que se implementó en abril, agregó 1.7 puntos porcentuales a la inflación anual al consumidor en abril y dos puntos a partir de mayo.

Excluyendo el alza de impuestos a las ventas, la inflación subyacente anual se desaceleró a 1.1 por ciento en agosto desde 1.3 por ciento en julio.

Es probable que el Banco de Japón rebaje sus previsiones sobre el Producto Interno Bruto en una reunión el 31 de octubre, según los economistas, lo que podría alimentar la especulación de que una ampliación del alivio cuantitativo es inevitable.

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