Economía

Clase media impulsa economías emergentes

En los últimos veinte años la formación de la clase media ha permitido que se reduzca la brecha entre las economías emergentes y las más desarrolladas.

En las últimas dos décadas, los países de América Latina han reducido de manera significativa la brecha económica y social con las naciones más avanzadas, ante el surgimiento de la clase media, revela Credit Suisse.

De acuerdo con su informe "América Latina: el largo camino", destaca que en las últimas dos décadas la región ha recorrido un largo camino desde las recurrentes crisis financieras, la inflación desenfrenada, el estancamiento y empobrecimiento persistente que en el pasado caracterizó a muchos países latinoamericanos.

En el estudio, elaborado por el Instituto de Investigación de Credit Suisse, se analiza la trayectoria de crecimiento de las economías de la región, se exploran los retos y fortalezas en el camino por delante y se describen las oportunidades para inversión en la región.

Refiere que junto con el fortalecimiento de los sectores manufacturero y de servicios, que están creando oportunidades nacionales, el principal motor del crecimiento económico de la región ha sido el ascenso de la clase media.

Este nivel socio-económico en América Latina, refirió, creció 50 por ciento entre 2003 y 2009, pues pasó de 103 millones de personas hasta 152 millones, o 30 por ciento de la población, lo que tiene profundas implicaciones para la economía, así como para el clima de inversión.

Así, comentó, mediante la evaluación de los cambios estructurales en América Latina y cómo cada país está en relación con el mundo desarrollado, el potencial de los países para el crecimiento es revelado -lo que permite la identificación de los sectores que pueden ofrecer las mayores oportunidades.

Al respecto, Stefano Natella, co-director de Investigación de Valores y Análisis, refiere que "el informe proyecta las perspectivas a largo plazo para la región mediante la adopción de una mirada a profundidad a la demografía, infraestructura, el empleo y las condiciones macroeconómicas".

Sin embargo, advierte que aun cuando la región en su conjunto está en una posición mucho mejor para absorber un grave shock, los gobiernos y las sociedades de América Latina enfrentan todavía retos considerables.

Así, la falta de inversiones en infraestructura, las tasas de ahorro bajas, una creciente brecha en la distribución de ingresos y la educación, son algunos de los desafíos clave que afectan a las perspectivas de crecimiento para la región.

De ahí, subraya, que los próximos 10 años serán cruciales para consolidar los logros que se han hecho en las últimas dos décadas.

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