Otro factor se sumó a las causas del problema de contaminación ambiental en la Ciudad de México: los chorros de gasolina y diésel que brotan de los ductos del gobierno debido a los grifos ilegales que han creado bandas de delincuentes para robar combustible.
Estos grifos han aumentado en la CDMX y alrededores, y uno de ellos estuvo a punto de provocar un alerta ambiental el jueves.
La comisión ambiental de la capital dijo que un chorro de gasolina de 20 metros que saltó de un grifo ilegal alzó los niveles de ozono por encima de los límites. Se evitó emitir un alerta porque el viento dispersó rápidamente los gases.
Estos grifos no eran habituales en la Ciudad de México y la zona circundante en el Estado de México, pero en los primeros tres meses de 2018 se descubrieron 61 grifos en la CDMX y 315 en el Edomex, comparado con seis y 234 en el mismo periodo del año anterior.