Economía

Hay que cuidar que la Inversión Extranjera Directa caiga lo menos posible: CEESP

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado advirtió que si México mantiene sus objetivos de sanear las finanzas públicas, enviará un mensaje de certeza a los inversionistas para hacer menos drástica la caída de la inversión extranjera directa.

El escenario para el 2017 es complejo, pero si México mantiene sus objetivos de sanear las finanzas públicas, hacer uso eficiente del gasto y aplicar acciones acertadas de política monetaria para apalancar la inflación, enviará un mensaje de certeza a los inversionistas para hacer menos drástica la esperada caída de la inversión extranjera directa, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su análisis semanal, expone que si bien es cierto que no es lo mismo hablar como candidato que actuar como presidente, el hecho es que como consecuencia de la incertidumbre sobre las medidas que se han anunciado en Estados Unidos para principios del próximo año en materia de intercambio comercial y migratoria, comienzan a verse indicios de que la comunidad de inversionistas podría retrasar o incluso redirigir sus recursos en tanto no perciban señales de un menor riesgo.

Para México la inversión extranjera directa ha sido un factor importante en la estabilidad de las cuentas externas, excepto en 1998 y lo que va del presente año, ha sido suficiente para financiar el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos. La mayoría de pronósticos coinciden en que durante 2017 el faltante en la cuenta corriente, que podría ser de poco más de 3 mil millones de dólares respecto al saldo del 2016, llevándolo a representar 3.4 por ciento del PIB, podría no ser cubierto en su totalidad por la inversión extranjera directa, que podría ser de alrededor de 3 por ciento el próximo año.



"De ahí la importancia de una conjunción de la política fiscal, con menor gasto, y la política monetaria, para aliviar la presión en el tipo de cambio", señala el centro de estudios.

La posible disminución de la inversión extranjera en la magnitud estimada por el CEESP podría incidir negativamente en el crecimiento y restarle cerca de dos décimas de punto porcentual.

El CEESP estima que el próximo año el PIB difícilmente podría crecer al ritmo de 2.5 por ciento estimado en los Criterios de Política Económica para 2017, y en cambio prevé una tasa de crecimiento en un rango de entre 1.5 y 2.0 por ciento, que podría reducir los ingresos de las familias y del gobierno.

El aumento de 50 puntos base que hizo Banco de México de su tasa para dejarla en 5.25 por ciento, estuvo en línea con lo esperado por el mercado lo que contribuye a mantener las tasas en niveles que aún no tengan un impacto negativo ni en las finanzas públicas ni en las tasas activas en la economía. Según el centro de estudios del sector privado, con esta medida, aunado al objetivo de saneamiento de las finanzas públicas y de regresar a un superávit primario, se prevé que los mercados internacionales respondan con mayor certidumbre propiciando que el tipo de cambio pueda descender.

Sin embargo, la incógnita sobre la tasa de crecimiento se mantiene y es probable que el Banco de México vuelva a elevar sus tasas antes de finalizar del año, junto con la decisión de la FED, que apunta a que igualmente incrementará sus tasas en su reunión de diciembre.

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