Economía

Guerra comercial entre EU y China pone en riesgo a las autopartes

Algunas compañías dedicadas a elaborar los componentes de los vehículos están preocupadas por la serie de gravámenes impuestos por ambas naciones.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China amenaza con hacer de septiembre un mes muy lento para la fábrica de autopartes de E.D. Opto Electrical Lighting en la ciudad china de Zhenjiang.

Luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, impusiera aranceles a productos como juntas de automóviles y juegos de cables de encendido en julio, los compradores estadounidenses de las luces LED para autos de la compañía presionaron durante el verano para que sus pedidos se entregaran anticipadamente en caso de que quedaran atrapados en el próximo ataque.

Ahora que Estados Unidos aplicará aranceles a otros 200 mil millones de dólares en productos chinos esta semana, incluidas las luces para automóviles fabricadas por E.D. Opto, la gerente de exportación, Melissa Shu, se pregunta qué pasará con el negocio.

"Si los aranceles se implementan, tendremos problemas para vender nuestros productos", dijo Shu. "Los clientes pueden pedirnos que reduzcamos nuestros precios, pero el costo de las materias primas ha aumentado".

A medida que las relaciones entre EU y China se deterioran, los pequeños proveedores como el fabricante de luces para automóviles y sus clientes estadounidenses quedan atrapados en el medio.

Los fabricantes de autopartes ya estaban haciendo frente a fuertes alzas en el costo del acero y el aluminio, y ahora la guerra comercial amenaza con trastornar una industria que depende cada vez más de Estados Unidos.

Las exportaciones de autopartes de China hacia EU aumentaron casi 18 por ciento entre 2012 y 2017 y alcanzaron 17 mil 600 millones de dólares el año pasado, según datos del Departamento de Comercio estadounidense.

Empresas como E.D. Opto, que tiene sólo 125 empleados y exportó unos 50 millones de yuanes (7.3 millones de dólares) en componentes el año pasado, están en la línea de fuego directa. Más adelante en la cadena de suministro, la compañía de David Ni compra llantas de aleación de aluminio a fabricantes chinos y las exporta a negocios minoristas en EU.

Ni está evaluando renunciar a parte de su estrecho margen de ganancia para retener a los clientes, mientras que al mismo tiempo, su compañía probablemente subirá los precios hasta en un 5 por ciento.

"Estados Unidos es el mercado de componentes más grande del mundo", comentó Ni, máximo ejecutivo de Jiangsu Siborui Import and Export, que emplea a 30 personas y registra ventas de 3 millones de dólares. "Es insustituible".

La compañía también comenzó a operar una filial estadounidense en Anaheim, California, el año pasado. Las ruedas de la compañía son artículos premium, y Ni detalló que teme que los aranceles frenen la demanda.

Muchos repuestos de automóviles provienen de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que han sido la columna vertebral del ascenso industrial de China y son los talleres de la cadena de suministro de fabricación mundial.

Las pequeñas y medianas empresas representan más del 60 por ciento del Producto Interno Bruto chino y las empresas privadas, en su mayoría Pymes, constituyeron el 47 por ciento de las exportaciones en 2017, según los datos del Gobierno.

Antes de que comenzara a hablarse de una guerra comercial, los fabricantes chinos de autopartes que exportaban a EU tenían motivos para ser optimistas durante 2018.

Exportaron cerca de 9 mil 800 millones de dólares a clientes estadounidenses en los primeros seis meses del año, casi 13 por ciento más que en el mismo período de un año atrás, según datos del Departamento de Comercio de EU.

Ahora ese crecimiento está en riesgo. Los limpiaparabrisas, parachoques, silenciadores y asientos de auto están en la lista de los próximos productos publicados por el representante de Comercio de EU, Robert Lighthizer, a los que la administración de Trump planea aplicar gravámenes.

Esas son malas noticias para los productores chinos, que pueden hacer poco para evitar un aumento en los costos para los compradores

El problema para los compradores estadounidenses –empresas como AutoZone y Advance Auto Parts– que necesitan adquirir piezas baratas y de alta calidad, es que muchos de los proveedores chinos también pueden ser difíciles de reemplazar.

Los compradores normalmente pasan años desarrollando cadenas de suministro de fabricantes confiables que pueden cumplir con los controles de calidad y los cronogramas de envío.

Aun así, algunos clientes en EU intentan buscar proveedores alternativos. Hopkins Manufacturing, un proveedor de autopartes con sede en Emporia, Kansas, adquiere sus productos en alrededor de 45 fábricas chinas, pero ahora está considerando utilizar proveedores en Taiwán, detalló su máximo ejecutivo Brad Kraft a Bloomberg News en agosto.

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