Economía

Fortalecer mercado interno, solución para crecer: CEESP

El organismo empresarial señala que la urgencia, además de concluir la aprobación de las leyes secundarias, es instrumentar medidas que en el corto plazo incentiven la inversión.

CIUDAD DE MÉXICO.- Para que México crezca más, la solución es fortalecer el mercado interno y en ello tendrá una relevante participación las reformas aprobadas recientemente y sus leyes secundarias, estimó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su reporte semanal "Análisis económico ejecutivo", señala que la urgencia, además de concluir la aprobación de las leyes secundarias, es instrumentar medidas que en el corto plazo incentiven la inversión.

"Sólo de esta manera será posible crear los empleos de calidad que requiere la población para elevar su nivel de bienestar. Ya hemos dicho que la mejor forma de reducir la pobreza es la creación de empleo", expone.

Considera que mientras no haya un entorno de seguridad jurídica y fiscal que propicie que el acervo de capital crezca a una velocidad mayor que el empleo, es poco probable que mejore la situación del mercado laboral.

De esta manera seguiremos viendo empleos con salarios bajos, más informalidad y un mayor porcentaje de hogares con limitaciones para tener un ingreso suficiente y cubrir sus necesidades, advierte.

El organismo expuso que tras la debilidad de la actividad económica, que muy probablemente se haya extendido durante la primera mitad del año, la opinión de los especialistas del sector privado coincide en que el ritmo de crecimiento mejorará para concluir 2014 con una tasa de avance cercana a 2.8 por ciento.

Sin embargo, precisa, esto significa que la economía se mantendría muy cerca del bajo promedio de las últimas décadas, pues en los últimos 20 años el crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 2.6 por ciento.

"La opinión generalizada señala que la solución es fortalecer el mercado interno y que en ello tendrá una relevante participación las reformas aprobadas recientemente y sus leyes secundarias".

Sin embargo, acota, es importante tener en cuenta que en este entorno se percibe un desequilibrio estructural que va más allá de lo que sólo las reformas puedan beneficiar.

En su opinión, es fundamental incorporar acciones complementarias que permitan crear un ambiente en el que las empresas tengan un incentivo para invertir y, con ello, crear empleos de calidad que permitan revertir con mayor rapidez el deterioro del salario real y, al mismo tiempo, facilitar la contratación con niveles salariales más altos.

"Incrementos salariales por decreto solo traerían desequilibrios del mercado y un repunte en la evolución de los precios al consumidor", estima el organismo.

Señala que el poder adquisitivo del salario mínimo perdió 76.1 por ciento desde su punto más alto en octubre de 1976 a diciembre del año 2000, pero su tendencia a la baja se detuvo, aunque nada significativo para recuperar todo lo perdido.

Refiere que de enero de 2001 a abril de 2014 el salario mínimo real perdió 0.02 por ciento, y si se considera el periodo enero de 2008, que fue el punto más alto previo al inicio de la crisis económica, hasta abril del 2014, igualmente se observa un deterioro en el poder adquisitivo, en esta ocasión de 0.6 por ciento.

De manera adicional, el mercado laboral ha mostrado un proceso de precarización, en el sentido de que la estructura de ocupación por nivel salarial se ha deteriorado, es decir, se ha generado una importante cantidad de puestos de trabajo con salarios bajos, a cambio de la pérdida de empleos con salarios elevados, argumenta.

De acuerdo con cifras oficiales, menciona, en el periodo del cuarto trimestre de 2006 al primer trimestre de 2014, la población ocupada con salarios máximos de tres salarios mínimos creció en 5.1 millones de personas, mientras que el segmento de ocupados con ingresos superiores a tres salarios mínimos se redujo en 2.5 millones de personas.

En el caso del empleo formal, medido con las cifras de asegurados al IMSS, se aprecia un comportamiento relativamente parecido al de la ocupación total en cuanto a la evolución que muestra la contratación por nivel de ingreso, aunque en este caso no se reporta pérdida de empleos.

Sin embargo, afirma, es claro como a partir de 2010 los empleos que se registran a la seguridad social se concentran cada vez más en los rangos salariales más bajos, lo cual indica que la precarización del empleo no es exclusiva de la informalidad.

El CEESP menciona que el costo de contratación es otro elemento que se ha convertido en obstáculo para mejorar la situación del mercado laboral, ya que las obligaciones de los patrones sobre las aportaciones a la seguridad social representan un alto costo para cubrir, especialmente para las micro y pequeñas unidades productivas.

Argumenta que otro factor que ha tenido una incidencia importante en el desempeño del aparato productivo del país es la política tributaria, pues la complejidad en el cálculo y pago de impuestos es un incentivo para la informalidad o desistir de abrir un negocio.

Expuso que un indicador que puede reflejar tanto la evolución de la actividad económica como el efecto de los factores ya mencionados, es el número de patrones registrados en el IMSS.

Asegura que la evolución mensual del número de patrones muestra claramente el efecto que sobre ella han tenido las crisis recientes, aunque llama la atención que estacionalmente se observa una disminución importante entre diciembre y febrero de cada año.

Lo interesante, resalta, es que el lapso que corresponde de diciembre de 2013 a febrero de 2014 es en el que se aprecia una mayor pérdida del número de patrones registrados, aún por arriba de los que se perdieron en igual lapso de la crisis de 2009.

"Esto podría estar asociado al efecto generado por la reforma hacendaria que entró en vigor este año y que integró, además del alza en la tasa impositiva para personas físicas y morales, una gama de nuevos impuestos", estima.

Según el CEESP, la conjunción de todos estos factores ha ocasionado que el consumo interno se haya debilitado.

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