El crecimiento económico de México despegará hasta finales del sexenio, según los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) del país acelerará su expansión desde un 3 por ciento en 2015 hasta un 3.8 por ciento para 2018.
De acuerdo con Robert Rennhack, director adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental, del FMI, si bien las reformas estructurales que implementó México tienen el potencial de elevar el crecimiento de la economía hasta un ritmo de 3.5 a 4 por ciento, el presente año es muy rápido para llegar a esas cifras.
Destacó que existe el potencial para sostener una expectativa razonable de crecimiento de 3.8 por ciento para 2018.
Por otra parte, el documento del FMI mencionó que las medidas monetarias de México son consistentes para alcanzar el objetivo de inflación del banco central y estima que al cierre de 2015 el incremento en los precios al consumidor será de 3.16 por ciento, para aterrizar en un nivel de 3 por ciento en 2016 y mantener ese ritmo de expansión al menos hasta el año 2020.
MÉXICO, MEJOR POSICIONADO EN AL
En medio de un crecimiento global moderado y con desiguales perspectivas entre países avanzados y emergentes, el crecimiento de la economía de México estimado por el FMI para este año, de 3 por ciento es positivo, comparado con los pronósticos para sus pares en América Latina.
Mientras que en Chile se estima que el PIB avance 2.7 por ciento en este año, las economías de Argentina y Brasil mostrarán una contracción de 0.3 y 1 por ciento, respectivamente.
El peor escenario corresponde a Venezuela, ya que se espera una contracción de 7 por ciento para el presente año y según las previsiones, esa economía se mantendrá con tasas negativas en los siguientes años.
DESARROLLADOS IMPULSAN PIB
La economía mundial crecerá 3.5 por ciento en 2015 y un 3.8 por ciento en 2016. El organismo indicó que este avance provendrá de la mejora en economías avanzadas, que mostrarán un repunte del PIB, desde un 1.8 por ciento el año anterior a 2.4 por ciento en 2015, soportado por el descenso en los precios del petróleo.
En cambio, las perspectivas para la mayoría de los mercados emergentes son ligeramente peores. Se estima una desaceleración en el crecimiento económico de 4.6 por ciento en 2014 a 4.3 por ciento en 2015, por una variedad de factores, entre los que destaca la caída en los precios del petróleo para los países exportadores como Rusia y menores precios de materias primas entre países de América Latina.
BAJARÁ POTENCIAL DE CRECIMIENTO
"Una serie de fuerzas complejas está dando forma a las perspectivas de todo el mundo. Legados de las crisis, tanto financiera como en la zona euro, -bancos débiles y altos niveles de deuda pública, corporativa y de los hogares– aún están pesando sobre el gasto y el crecimiento de algunos países. El bajo crecimiento a su vez hace un proceso lento de desapalancamiento", dijo Olivier Blanchard, consejero económico y director de investigaciones del FMI en conferencia de prensa vía web desde Washington D.C.
Explicó que la combinación de envejecimiento de la población, menor inversión y lentos avances en productividad llevará a disminuir significativamente el potencial de crecimiento tanto en economías avanzadas y como en emergentes.
Además de estas fuerzas subyacentes, dos importantes factores, ambos con gran distribución de implicaciones, dominan la escena actual: El descenso en los precios del petróleo y los movimientos en las paridades cambiarias.
Los grandes movimientos en precios relativos, ya sea en la paridad cambiaria o el precio del petróleo, crea ganadores y perdedores, comentó Blanchard.
A diferencia de las economías avanzadas, las inesperadas ganancias derivadas de los precios del petróleo más bajos no se trasladan directamente a los consumidores en muchos mercados emergentes importadores de petróleo y esto se estima silencie cualquier impulso de crecimiento.
En cambio, los beneficios de menores precios del crudo se acumularán en los gobiernos en forma de ahorro de los menores subsidios de energía, así que pueden ser utilizados para apuntalar las finanzas públicas, recomienda el organismo.
La distribución de riesgos en el crecimiento global está ahora más balanceada respecto al reporte sobre las perspectivas económicas del FMI publicado en octubre, pero permanece inclinado hacia el lado negativo.
Entre los riesgos que prevalecen están las tensiones geopolíticas, que podrían intensificarse afectando a las economías más importantes. También cambios disruptivos en el precio de los activos en los mercados financieros siguen siendo una preocupación. Una apreciación del dólar más fuerte podría desencadenar tensiones financieras en otras partes, particularmente en mercados emergentes.
Por otra parte, los riesgos de estanflación y baja inflación en economías avanzadas todavía están presentes.
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