Economía

FMI pide a ministros de finanzas del G-20 trabajar en favor del comercio global

Christine Lagarde, directora del organismo, advirtió que la escalada de los aranceles en el mundo podría disminuir el comercio y la confianza de los inversionistas.

Menos comercio y efectos dañinos en la confianza de inversionistas que podría derivar en un menor crecimiento de la economía global de 0.5 por ciento hasta 2020, son algunos de los costos provocados por la escalada de las tarifas arancelarias a nivel mundial.

Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo este miércoles que los ministros de finanzas del G-20, que se reúnen este fin de semana en Argentina, deberán "encontrar soluciones que mejoren el sistema de comercio global".

"Los formuladores de políticas pueden usar esta reunión del G-20 para superar los aranceles contraproducentes y, en su lugar, desarrollar soluciones multilaterales que mejorarán el sistema de comercio global", indicó la directora en el artículo Cambio de Mareas: desafíos políticos y oportunidades para el G-20, publicado en el blog del organismo.

Bajo un escenario en el que todas las tarifas actualmente anunciadas entran en vigencia, la producción mundial se reduciría en 0.1 por ciento en 2020.

Además, si la confianza de los inversionistas se ve 'sacudida' por estos aranceles, el Producto Interno Bruto (PIB) mundial podría disminuir en 0.5 por ciento, es decir, 430 mil millones de dólares por debajo de la proyección actual para 2020.

El pronóstico del FMI para 2019 es que la economía mundial crezca 3.9 por ciento.

En su nota de vigilancia del G-20, el fondo simula cuatro escenarios hipotéticos de comercio para la economía global, una vez que las tensiones comerciales se han acrecentado, pero la extensión del daño depende de las acciones de los hacedores de políticas.

EL FMI señaló que si bien todos los países se verían afectados por un conflicto comercial, la economía de Estados Unidos sería especialmente vulnerable pues mucho de su comercio global está sujeto a medidas retaliatorias y la pérdida de su PIB no sería el único costo.

Tres áreas de trabajo para el comercio mundial

En la víspera de la reunión de ministros de finanzas y banqueros centrales del G-20, programada para el 21 y 22 de julio en Buenos Aires, Lagarde recomendó trabajar en tres grandes áreas: comercio global, vulnerabilidades de mercados emergentes y el impacto de la tecnología en el empleo.

Sobre el comercio global, Lagarde destacó que el futuro del comercio es el de los datos y explica que la modernización de las normas comerciales para abordar los derechos de propiedad intelectual y la adopción de acuerdos innovadores sobre el comercio electrónico y los servicios digitales debería ser el centro de las discusiones.

Sobre la vulnerabilidades de las economías emergentes, reconoció el impacto por el alza de las tasas de interés en la política monetaria de Estados Unidos en economías de Brasil y Turquía.

De acuerdo con el FMI, entre mayo y junio los inversionistas retiraron más de 14 mil millones de dólares de mercados emergentes y en respuesta, los hacedores de políticas en varios países han elevado las tasas de interés e incluso algunos han intervenido para apoyar a sus monedas.

"Los mercados emergentes deberán hacer uso de todas sus herramientas disponibles", subrayó.

Lagarde detalló que el tipo de cambio debe permanecer flexible, además de que los reguladores deben coordinar medidas para prevenir un crecimiento excesivo del crédito.

La política fiscal debe ser usada en países con altos niveles de deuda, agregó la directora.

Uno de los retos a largo plazo para la economía global es el impacto tecnológico en el empleo y un primer paso para resolver el problema es comprender su complejidad.

La directora del FMI agregó que muchas economías no tienen información precisa de cómo la tecnología está cambiando la fuerza laboral, además de que las estadísticas laborales se ven obstaculizadas por la falta de información en donde se considera el impacto tecnológico en productividad y valor agregado.

"Cualquier información nueva será desperdiciada sin acciones audaces que ayuden a los ciudadanos a lidiar con las consecuencias de la automatización y las interrupciones que provienen de las nuevas tecnologías", señaló Lagarde en el texto.

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