Economía

FMI insta al G-20 a orientar políticas que comprometerían al comercio

Previo a la reunión que celebrará esta semana el G-20 en Alemania, la directora del FMI llamó a los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales a que encaucen sus políticas para no perjudicar a los flujos de capitales y al comercio.

Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, hizo un llamado a los participantes en la reunión del G-20, a que orienten con claridad las políticas que comprometerían seriamente al comercio, migración y los flujos de capital poniendo en riesgo que la economía global salga de la convalecencia de varios años.

A través del blog del FMI, la funcionaria escribió el artículo "Mantener el Momento Positivo de la Economía Global", como un llamado a los hacedores de políticas para que replanteen sus propuestas considerando los efectos que conllevan para el desarrollo de la economía global.

"Que orienten con claridad las políticas que comprometerían seriamente el comercio, la migración, los flujos de capital y el intercambio de tecnologías a través de las fronteras. Tales medidas perjudicarían la productividad, los ingresos y el nivel de vida de todos los ciudadanos", expone.

Según Lagarde, la economía mundial ha alcanzado el punto de inflexión al menos por ahora de ahí que el FMI elevó sus pronósticos de crecimiento en enero pasado a 3.4 y 3.6 por ciento en 2017 y 2018, desde el 3.1 por ciento de 2016.

"Esta mejoría no puede sostenerse por la propia inercia, se requiere políticas macroeconómicas de apoyo y los participantes en las reuniones del G-20 necesitarán tomar acción, individual y colectivamente, para hacer el crecimiento más inclusivo y resistente", advierte en su artículo.

En particular expone que una mezcla de políticas cambiantes en Estados Unidos puede crear efectos indirectos. Dependiendo de la naturaleza de la combinación de políticas en ese país, un dólar más fuerte y las tasas de interés en aumento podrían conducir a un ajuste más agudo de lo esperado en las condiciones financieras mundiales y poner bajo presión a algunas economías emergentes y países de bajos ingresos.

Para que el crecimiento económico sea inclusivo, instó a los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales que se reunirán esta semana en Alemania, a entender que empleados mejor preparados son más susceptibles de beneficiarse de la innovación y apertura comercial, por lo que hay que equipar a los trabajadores menos capacitados con herramientas necesarias para acceder a empleos mejor remunerados, programas educativos y capacitación de habilidades e iniciativas de empleo.

"Todos los países necesitan activamente promover el aprendizaje para la vida, para preparar a los ciudadanos para los cambios tecnológicos", apunta.

También identifica como prioridad para el crecimiento inclusivo a la renovación de las políticas de ingresos y sistemas tributarios. Los incentivos fiscales laborales y salarios mínimos más altos pueden ser útiles en algunos países, así como cambios en los sistemas tributarios y de prestaciones, incluidos los impuestos progresivos sobre los ingresos.

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