Economía

Fed y Banco de Inglaterra: amigos pero no tan cercanos

Para algunos inversores, la cercanía entre la Fed de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra sugiere que podrían elevar sus tasas de interés al mismo tiempo, pero funcionarios ingleses descartaron la idea y señalaron que éstas pueden aumentar de manera independiente.

Entre febrero de 2014 y mayo de 2015, ningún jefe de banco central del Grupo de los Siete habló con tanta frecuencia con la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, como el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney.

Hubo una reunión en abril en la sede central del Fondo Monetario Internacional y dos conversaciones en octubre, incluido un almuerzo en la Casa Blanca, según las agendas de Yellen, que enumeran seis diálogos. En cambio, habló dos veces con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y una sola con el gobernador de Banco del Japón, Haruhiko Kuroda.

Dado que supervisan las dos economías más grandes del mundo con probabilidades de requerir tasas de interés más altas el próximo año, Yellen y Carney sin duda tenían mucho que hablar acerca de estrategias de salida.


Para algunos inversores, la frecuencia de las charlas aporta pruebas adicionales de la "relación especial" que suponen que existe entre la Fed y Banco de Inglaterra. Consideran que los lazos históricos que unen al Reino Unido y los Estados Unidos y recientes similitudes en el desempeño económico significan que, llegado el momento, elevarán las tasas prácticamente al unísono.

Los funcionarios del Reino Unido ya están aplastando esa idea. "Es una idea tonta pensar que no podemos elevar las tasas en el Reino Unido antes que en los Estados Unidos y también lo es que no podamos hacerlo mucho después", dijo David Miles, el saliente diseñador de la política del Banco de Inglaterra el 4 de julio.

NO SINCRONIZADOS
La historia lo avala. Desde que Banco de Inglaterra se independizó en mayo de 1997, ha subido las tasas de interés durante cuatro períodos y la relación con la Fed es muy escasa.

Las alzas de mayo de 1997 a junio de 1998 y de agosto de 2006 a julio de 2007 tuvieron lugar cuando las tasas eran estables en los Estados Unidos, mientras que los aumentos de septiembre de 1999 a febrero de 2000 comenzaron tres meses después de que la Fed comenzó a ajustar. Las subidas de noviembre de 2003 a agosto de 2004 comenzaron meses antes de que la Fed realizara cambios.

"Por lo que sabemos, nunca nadie ha sostenido que Banco de Inglaterra sigue al Banco de la Reserva de Nueva Zelanda o al Banco de la Reserva de Australia", dijeron los economistas de Citigroup Michael Saunders y Ann O'Kelly en un informe con fecha 17 de julio. "El Banco de Inglaterra decididamente no es un satélite monetario de la Fed".

Los dos responden más bien en forma independiente a los acontecimientos que ocurren en sus economías que se ven afectadas por hechos mundiales.

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