Economía

Alemania cierra el primer trimestre con debilidad económica

Los datos publicados sobre Alemania como la producción industrial, los nuevos pedidos, el empleo, las ventas minoristas y la inflación evidencian que la principal economía de Europa está sintiendo el impacto de la desaceleración global.

BERLÍN.- La actividad fabril alemana subsistió con lo justo en marzo, cuando los manufacturadores cerraron el trimestre más débil en más de un año, mostró el viernes un sondeo que puso de relieve que la principal economía de Europa está sintiendo el impacto de una desaceleración global.

El Índice de Gerentes de Compras de Markit sobre la actividad fabril, que representa alrededor de un quinto de la economía alemana, subió a 50.7 en marzo desde 50.5 en febrero, la lectura más débil desde noviembre del 2014.

Aunque la producción de manufacturas subió levemente, la expansión de los nuevos pedidos se desaceleró y las compañías recortaron su fuerza de trabajo por segundo mes consecutivo.

También hay signos de que el sector manufacturero alemán orientado a las exportaciones está teniendo problemas en un ambiente económico global desafiante. Los nuevos contratos de exportación aumentaron en marzo a una tasa más desacelerada por tercer mes consecutivo, apenas evitando el estancamiento.

Los bajos precios de la energía y las materias primas también hicieron que los productores redujeran sus precios de venta.

A pesar de las empresas recortaron su número de trabajadores, 
el desempleo alemán se mantuvo estable en marzo -el primer mes desde septiembre en el que la cifra total de desempleados no declina- 
e incumplió las expectativas de una caída, informó la Oficina Federal de Empleo.

La cifra total de desempleados en datos desestacionalizados se mantuvo en 2.728 millones, aseguró la oficina, frente al pronóstico promedio de un declive de siete mil trabajadores.

La tasa de desempleo se mantuvo estable en 6.2 por ciento, en un mínimo desde la reunificación del país.

Otro indicador publicado que evidencia el retroceso de la economía alemana es el de ventas minoristas, que cayeron en febrero, lo cual representa un revés para el consumo, un pilar en el que la mayor economía de Europa se apoya cada vez más.

El indicador volátil, que a menudo es sometido a revisiones, mostró una disminución intermensual de 0.4 por ciento, según reportó ayer la Oficina Federal de Estadísticas.

En términos interanuales, las ventas minoristas subieron 5.4 por ciento, lo que contrasta con un pronóstico de los analistas de 2.2 por ciento.

En el tercer mes Alemania volvió a reportar inflación en marzo, lo que indica que la política monetaria expansiva que lleva adelante el Banco Central Europeo (BCE) está ayudando a impulsar los precios en la zona euro.

El índice de precios al consumidor armonizado (IPCA) en Alemania, que permite ser comparado con otros países europeos, subió 0.1 por ciento interanual en marzo tras caer 0.2 por ciento en febrero, mostró la Oficina Federal de Estadísticas.

La lectura de marzo, lejos del objetivo del BCE de justo por debajo del 2.0 por ciento, fue superior a las expectativas del mercado.

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