Economía

Esto es lo que se espera del Presupuesto para 2018

Este viernes el Gobierno de Peña Nieto entregará al Congreso el Paquete Económico para su último año de gestión, un presupuesto que llega en mejores condiciones que en años anteriores.

El gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, dará a conocer el viernes su propuesta presupuestaria para 2018 con un plan para fortalecer las finanzas públicas y tranquilizar a los inversionistas.

En muchos sentidos, el trabajo más difícil ya está terminado.

En los últimos dos meses, tanto S&P Global Ratings como Fitch Ratings mejoraron su perspectiva sobre México de negativa a estable y mencionaron los esfuerzos del gobierno por estabilizar el monto de la deuda del país.

Las decisiones llegan luego de desvanecerse la amenaza de una grave ruptura de la relación comercial de México con Estados Unidos y que el peso pasara de ser la moneda de peor desempeño del mundo a transformarse en la apuesta monetaria más lucrativa, lo que alivió la presión sobre la deuda externa del país.

"La amenaza de una rebaja de calificación ya no existe, de modo que eso debería proporcionar cierto alivio al gobierno y a los inversionistas", dijo Alonso Cervera, economista jefe para América Latina de Credit Suisse Group AG.

"Pero ese alivio no debe convertirse en complacencia por parte de las autoridades, y confío en que sean muy conscientes de ello".

México planea tener un déficit presupuestario de 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto el próximo año, el último de la gestión de Peña Nieto, y es el menor planeado desde 2008.

Es más que el 1.4 por ciento previsto para este año, pero habría sido de 2.9 por ciento sin una transferencia extraordinaria del Banco Central como consecuencia del derrumbe del peso en 2016. En 2014, la brecha fue de 4.6 por ciento, la mayor del siglo.

El plan presupuestario de México implicará un recorte del gasto, pero menor que las reducciones propuestas para 2016 y 2017, según la Secretaría de Hacienda.

En un informe presupuestario preliminar para 2018, la Secretaría de Hacienda sugirió que se podría reducir el gasto programado unos 43 mil 800 millones de pesos, o 0.2 por ciento del PIB, respecto del nivel aprobado para 2017.

Eso puede compararse con una reducción de 1.5 por ciento en igual punto del presupuesto para este año y con un recorte de 1.3 por ciento para 2016.

Es el déficit presupuestario, más que el nivel de endeudamiento real, la métrica más importante para las autoridades del país, ya que es la que más pueden controlar.

"El déficit es un ancla", dijo Luis Madrazo, economista jefe de la Secretaría de Hacienda, en una entrevista del mes pasado. En lo relativo a los recortes del gasto, "es evidente que hemos avanzado, pero aún no terminamos la tarea. Tenemos que hacer el último esfuerzo".

México también se encamina este año a tener su primer superávit primario -una medición que excluye los pagos de intereses sobre la deuda- desde 2008.

El país apuntará a un superávit de aproximadamente 1 por ciento del PIB en 2018. El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ha dicho que no propondrá cambios en los impuestos del país.

Luego de la mejora de las perspectivas crediticias, las autoridades mexicanas se ven presionadas a avanzar en el plano de la consolidación fiscal y a cumplir las promesas que hicieron este año, dijo Benito Berber, economista para América Latina de Nomura Holdings.

"Si no cumplen con lo que dijeron que harían, entonces volvería a surgir la probabilidad de una rebaja de calificación", dijo.

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