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La reforma energética no tiene por qué causar conflicto en torno a la introducción de tecnología, pues lo que se busca es la modernización y el mejor desempeño de la industria energética del país, señaló el director del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), Vinicio Suro Pérez.
En el marco del XIX Foro de Avances de la Industria de la Refinación, aclaró que primero hace falta conocer verdaderamente lo que incluirá la reforma.
Precisó que en el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex) sí cuenta con la tecnología que le ha permitido alcanzar la producción actual.
El funcionario negó por tanto la idea de calificar a Pemex como una empresa "carcacha", ya que se moderniza constantemente y busca mejorar su desempeño.
Entonces "lo que tenemos que hacer ahora es darle los elementos necesarios para que acelere este proceso de transformación de manera más rápida", asintió en entrevista con representantes de medios de comunicación.
Consideró entonces que la reforma energética implicará que en México se impulse con más fuerza el desarrollo de la tecnología propia.
Lo ideal es apoyar el desarrollo de estas tecnologías, pero sin limitar o frenar la introducción de tecnologías fuera de México, argumentó.
"En el panorama que yo tengo presente veo el concurso de diferentes tecnologías, unas hechas en México y otras fuera del país", las cuales permitirán alcanzar la eficiencia en el sector, añadió.
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