Economía

Empresarios buscan participar activamente en la refundación de Pemex

Empresarios que participan en las cadenas de valor de Pemex presentarán propuestas y compromisos para participar en la refundación de Petróleos Mexicanos, de acuerdo con el Consejo Coordinador Empresarial.

El marco del 78 Aniversario de la Expropiación Petrolera es propicio para plantear el proyecto para refundar a Petróleos Mexicanos del Siglo XXI y los empresarios del país tendrán con propuestas y compromisos desde las pequeñas y medianas empresas que participan en las cadenas de valor, hasta en la política pública para enfocar la solución acorde a las necesidades de la petrolera que acumula más de una década con contracción en su producción, expone el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En su mensaje semanal, la cúpula advierte que la reforma energética abrió oportunidades y caminos para transformar a Pemex, pero no puede por sí sola resolver todos los problemas que tiene, a la par se requiere inversión en tecnologías, en conocimiento, en preparación de todo el activo humano y propiciar el desarrollo de clústers de energía e industriales.

"Pemex no sólo tiene dificultades temporales de liquidez de corto plazo, sino un deterioro y desajustes estructurales que comprometen su viabilidad y supervivencia. La presión en el flujo de caja es la punta del iceberg de todos los problemas acumulados, que hay que justamente reconocer y resolver", señala Juan Pablo Castañón Castañón, presidente nacional del CCE.


Añade que los recortes anunciados, por 100 mil millones de pesos, significan un respiro pero casi la mitad se aplicarán en el área de exploración y producción, "el corazón del negocio de Pemex, su base de rentabilidad. Esto puede contrarrestarse con alternativas como alianzas con el sector privado y otros esquemas creativos, pero para que ello suceda, hay que afinar los incentivos y los instrumentos".

Para la iniciativa privada, lo más importante es que el plan de rescate de Pemex vaya al fondo de los problemas generacionales y no sólo producto de la coyuntura de los años pasados. Expone la necesidad de dar soluciones efectivas a retos de pensiones y laborales; a la corrupción endémica que existe en algunas áreas; hacer una reestructura efectiva para que haya autonomía, capacidad financiera y gobierno corporativo. Aprovechar fórmulas de capitalización, como las que existen por la vía bursátil, o de alianzas estratégicas, la desincorporación de activos, el fortalecimiento financiero, para enfocar a Pemex en lo que es el foco de su negocio.

Hoy el CCE identifica los retos de Pemex como un pasivo laboral que creció más de 100 cien por ciento en cinco años, y que aún con avances que se han logrado para reducirlo, supera los 1.2 billones de pesos; equivalente a casi el 7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y se estima que sólo podrá amortizarse por completo hasta dentro de 40 años.

La deuda supera los 86 mil millones de dólares. El año pasado, la empresa tuvo pérdidas por más de 30 mil millones de dólares. Las deudas con proveedores alcanzaron cerca de 145 mil millones de pesos.

Con más de 144 mil empleados, su productividad laboral es la más baja entre las compañías petroleras en el mundo: menos de 17 barriles por trabajador contra más de 37 de una empresa privada como Shell o 43 de una empresa pública como Statoil, de Noruega.

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