El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) negoció con el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) eliminar el pase de supervivencia presencial que deben hacer cada 6 meses los 19 mil 611 jubilados de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
A partir de este mes entrará en operación un nuevo procedimiento para comprobar la supervivencia, el cual requerirá que el SAE firme un convenio de colaboración con el Registro Nacional de Población (Renapo) y el Registro Civil, a fin de cruzar datos personales de los jubilados que ayuden a comprobar la existencia de los beneficiarios.
Del total de 19 mil jubilados, hay 11 mil 211 que no tienen problemas para realizar su pase de supervivencia porque sus datos personales están correctos y cuentan ya con la Clave Única de Registro de la Población (CURP) que está relacionada con el SAE, Renapo y Registro Civil, por lo que no tendrán dificultades para realizar su supervivencia de por vida.
Existe otro grupo de 8 mil 323 jubilados que tienen CURP pero este documento no está relacionada con el Renapo, por lo que esos jubilados deberán acudir al Registro Civil a solicitar su acta de nacimiento y con ello quedarán registrados en automático en esa base de datos y posteriormente se notificará al Renapo de la alta, por lo que la supervivencia estará comprobada.
También hay 168 jubilados que no tiene CURP.
ENTRA A SEGUNDA ETAPA
A seis años de la extinción de LyFC, el proceso de liquidación de la paraestatal se encuentra en la segunda etapa de tres que están consideradas en el Plan Estratégico que articuló el gobierno federal tras el decreto por el cual desapareció la empresa que empleaba a 44 mil electricistas.
Información de la Secretaría de Gobernación (Segob) obtenida a través de una solicitud de transparencia, indicó que el proceso de extinción de LFC se encuentra en la segunda etapa que incluye tareas sustantivas de liquidación como son el destino de bienes y la enajenación de activos y pago de pasivos.
Asimismo, también contempla cuentas por cobrar de los usuarios del servicio de energía eléctrica, cartera hipotecaria de los ex trabajadores, atención de obligaciones de los jubilados y el cumplimiento de laudos.
De esas seis acciones que están consideradas en la segunda etapa, al menos cuatro están en curso, porque se trata del destino de bienes que en este caso se trata de las plantas generadoras de energía eléctricas que se cederían al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para que sean operadas por la Cooperativa y la empresa Mota-Engil.
Sin embargo, todavía no están firmados los documentos correspondientes para la entrega de esos bienes de la extinta eléctrica.
También está en progreso el pago de liquidaciones a los extrabajadores de LFC que no aceptaron su indemnización al momento del decreto, la revisión de los créditos hipotecarios que quedaron inconclusos de pago al momento de la extinción y el pago a los jubilados de sus pensiones garantizadas.
La tercera etapa, y última, integra acciones que son de conclusión, las cuales consisten en la elaboración del balance final de los estados financieros del proceso de liquidación.