Economía

Mercados encienden alarmas sobre México ante elección en EU

Los mercados accionarios, de bonos y el propio peso están afectados por las expectativas sobre quién será el próximo presidente de EU y sus implicaciones para México en temas como el comercio.

Desde las acciones hasta los bonos y el asediado peso, los mercados están haciendo sonar la alarma con respecto al futuro de México ante un próximo nuevo presidente estadounidense.

Un fondo cotizado concentrado en acciones del país latinoamericano tiene un nivel más alto de apuestas bajistas que ningún otro país, en tanto fondos especulativos como Finisterre Capital en Londres se vuelcan masivamente al seguro por incumplimiento crediticio sobre los bonos mexicanos.

Société Générale proyecta que el peso continuará teniendo un desempeño inferior a sus similares de mercados emergentes en tanto el país es atacado en una de las campañas electorales estadounidenses más rencorosas de la que se tenga memoria.

Los administradores de fondos se vuelcan a posiciones bajistas en la medida que el candidato republicano, Donald Trump, que lleva ventaja en algunas encuestas, propone confiscar remesas, incrementar las deportaciones y abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), gracias al cual México incrementó siete veces sus exportaciones.

Hasta Hillary Clinton, la candidata demócrata, cambio su discurso a que el tratado fue un "error", poniendo en duda exportaciones mexicanas por valor de 300 mil millones de dólares.

"México tendrá dificultades hasta que se vea con claridad quién será el próximo presidente estadounidense y cuál será su situación comercial", dijo James Redpath, quien tiene a su cargo bonos por cuatro mil millones de dólares canadienses (equivalentes a tres mil millones de dólares) en Management de Calgary.

Desde que Trump comenzó su campaña presidencial, Redpath redujo sus posiciones de bonos gubernamentales nominados en pesos en su fondo, desde un nivel de 7.5 por ciento hasta 4.5 por ciento.

MAYORES BAJAS

Cualquier señal de que el nuevo presidente estadounidense tratará de renegociar el TLCAN, que comenzó en 1994, convierte a México en foco de atención dado que el año pasado el país exportó 322 mil millones de dólares en bienes a los Estados Unidos y Canadá, casi siete veces más que los 13 mayores socios comerciales siguientes juntos, según datos recopilados por Bloomberg.

Faltando sólo tres meses para que los estadounidenses voten a su nuevo líder, el peso tiene un desempeño inferior a todos sus pares de mercados emergentes salvo Argentina, habiendo caído ocho por ciento contra el dólar este año.

En junio, Citigroup y Barclays dijeron que las ventas en corto del peso era una manera de protegerse contra una victoria de Trump.

Los mercados de crédito y de acciones también están mostrando signos de estrés.

Los contratos de permutas de incumplimiento crediticio (CDS por sus siglas en inglés) avanzaron 15 puntos base hasta 152 desde que tocaron un mínimo en ocho meses el 13 de julio.

Esto deja a México, que se encuentra en el séptimo nivel de las calificaciones de grado de inversión de Moody's Investors Service, en compañía de países como Bulgaria e Italia, que están dos niveles más abajo.

El interés de corto plazo sobre el ETF iShares MSCI México subió hasta 40 por ciento el número de las acciones en circulación el 28 de julio, cinco veces más el nivel visto antes de las elecciones presidenciales de 2012.

"El punto en el que somos más negativos es México", dijo Damien Buchet, socio de Finisterre, que tiene a su cargo tres mil millones de dólares en deuda de mercados emergentes y compró permutas de incumplimiento crediticio sobre deuda pública durante la caída de julio. "Actualmente vemos desarrollarse un impulso negativo del lado macro, y vemos posibles riesgos eventuales relacionados con la presidencia de Trump".

Algunas de las posiciones bajistas comenzaron incluso antes de que Trump y Clinton comenzarán sus campañas.

El déficit de cuenta corriente de México se amplio en la medida que los precios del petróleo cayeron 60 por ciento en los últimos dos años y la vulnerabilidad a la salida de recursos impulsada por las expectativas de alzas de tasas de la Reserva Federal.

Mientras que la economía de 1.1 billones de dólares aceleró su crecimiento entre 2013 y 2015, los economistas redujeron sus expectativas en casi un punto porcentual para los pronósticos de crecimiento de este año desde julio; pese a esto, el crecimiento será mucho mejor que Brasil y Argentina, que están en recesión.

Sin embargo, la segunda economía latinoamericana mantiene aún muchos admiradores con grandes cantidades de recursos, evidencia de ello es que la tenencia de deuda gubernamental nominada en pesos por parte de extranjeros, se mantiene en niveles de 60 por ciento, por segundo año consecutivo.

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