Economía

El 'secreto' de la reforma tributaria de Trump que afecta a multinacionales

La reforma fiscal propuesta por el presidente de Estados Unidos beneficia a las personas y algunas empresas, pero hay otras compañías que están preocupadas por un pequeño detalle dentro del proyecto.

En la última página de un plan tributario de nueve páginas destinado a reducir drásticamente las tasas aplicadas a las empresas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos del Congreso propusieron un impuesto nuevo y poco notado que podría afectar a compañías como Apple y Pfizer.

Está contenido en una frase: "para impedir que las empresas trasladen sus beneficios a los paraísos fiscales, el marco incluye normas para proteger la base imponible de Estados Unidos al gravar a un tipo reducido y a nivel mundial las ganancias extranjeras de las multinacionales estadounidenses".

No se especifican las fórmulas, pero esa sola frase tiene implicaciones multimillonarias para las multinacionales. Sus grupos de presión lo están notando.

La propuesta de un nuevo impuesto sobre las ganancias extranjeras de las compañías estadounidenses "es inaceptable", dijo Ken Kies de Federal Policy, entre cuyos clientes están General Electric y Microsoft.

"El objetivo de esta reforma tributaria fue hacer que las empresas estadounidenses fueran más competitivas. Va a lograr lo contrario".

Trump y los líderes del Congreso impulsaron las acciones estadounidenses y captaron la atención la semana pasada al publicar un amplio plan tributario que reduciría la tasa corporativa al 20 por ciento desde el 35 por ciento, en tanto bajaría las tasas de particulares y entidades que no pagan impuesto a la renta en el nivel corporativo, sino distribuido entre los dueños.

Los detalles de estas propuestas siguen estando incompletos, pero hay aún menos claridad en torno al plan de renovación de los impuestos internacionales sobre sociedades. Conforme las especificidades empiecen a surgir, incluso en una audiencia del Comité de Finanzas del Senado el martes, la oposición puede aumentar.

No son malas noticias para las multinacionales. Por el lado positivo, el marco permitiría traer a Estados Unidos, o repatriar, ganancias extranjeras de muchos años después de pagar una tasa impositiva baja –tal vez un 10 por ciento– sobre ellas. E incluso el nuevo impuesto extranjero mínimo podría no ser tan malo.

Cuatro expertos fiscales dijeron a Bloomberg News que el texto del marco sugiere que, a pesar del objetivo del tributo, las multinacionales podrán seguir usando técnicas sofisticadas para disminuir sus impuestos, así como recurrir a paraísos fiscales.

Si bien pueden todavía enfrentarse a miles de millones de dólares en nuevos pagos tributarios, no será tan malo como podría haber sido para ellos gracias a una palabra que se encuentra en el lenguaje del marco: "global".

DIFERENTES ENFOQUES

Trump y el Congreso no han especificado la tasa mínima. Una cifra barajada en las últimas semanas es el 10 por ciento, dijo Kathleen Ferrell, socia fiscal del bufete de abogados Davis Polk. Steven Rosenthal, investigador sénior en el Urban-Brookings Policy Center y exsocio fiscal de Ropes & Gray, dijo que un 15 por ciento sería más probable.

Tampoco queda claro de la breve descripción en el marco cómo funcionaría el impuesto. Pero una idea general es la siguiente: el Congreso establecería una tasa de impuestos baja –digamos el 15 por ciento–, que serviría como una tasa mínima para las compañías sobre las ganancias de sus filiales extraterritoriales.

Cualquier multinacional que pagara más de ese mínimo a un gobierno extranjero no debería el impuesto en Estados Unidos. Pero si los tributos extranjeros de una compañía caen por debajo del mínimo –señal de que esta hizo un uso intensivo de los paraísos fiscales–, la firma le pagaría a Estados Unidos la diferencia.

Sin embargo, como el marco dice que el nuevo impuesto se aplicaría "sobre una base global", no será tan duro para las empresas como podría haber sido –o como han sido las propuestas fiscales republicanas pasadas–, dijeron expertos.

"Las empresas duplicarán las tecnologías de planificación tributaria para crear una corriente de ingresos libres de impuestos que reduzca su promedio a esa tasa mínima", dijo Edward Kleinbard, profesor de derecho tributario y exjefe de gabinete del Comité Conjunto sobre Tributación del Congreso.

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