Economía

El motor de la economía mundial necesita mantenimiento

Los pronósticos sobre el aporte de Estados Unidos a la economía global se vuelven más conservadores para los siguientes cinco años; el FMI estima que ese país aportará 0.52 puntos porcentuales si promedia un crecimiento de 3.9 por ciento al año de 2014 a 2019.

Estados Unidos está volviendo a asumir su rol de motor del crecimiento global, pero está vez tosiendo más que zumbando.

En tanto el Fondo Monetario Internacional declara que el fortalecimiento de la economía estadounidense está dando "un gran impulso" al mundo, los economistas se preguntan cuán fuerte resultará.

El aporte estadounidense a la expansión mundial desde 2014 hasta 2019 probablemente promediará dos tercios de la del cuarto de siglo que precedió el inicio de la recesión en 2007, según datos recopilados por Bloomberg sobre la base de proyecciones del FMI.

"Estados Unidos continúa siendo el motor más importante del crecimiento global aunque quizá no como antes", dijo Mark Zandi, economista principal de Moody's Analytics Inc. en West Chester, Pensilvania.

Zandi forma parte de los optimistas para los cuales la aceleración del crecimiento estadounidense tiene efectos de derrame en otras economías impulsando el comercio y la inversión. Los escépticos en Morgan Stanley y HSBC Holdings Plc dicen que la menor demanda de exportaciones y energía de los Estados Unidos así como también la posibilidad de tasas de interés más altas significan que no resultará tan provechoso como antes.

Reunión del G-20

Qué impulsa el crecimiento económico global y qué lo frena, es el tema central en Washington, donde están reunidos los ministros de Finanzas y los banqueros centrales del Grupo de los 20 de las grandes economías industriales y emergentes. El núcleo de sus discusiones: mercados emergentes como China no están impulsando a la economía mundial como en 2009, cuando contribuyeron a salvarla de una recesión.

Esta semana el FMI pronosticó que la economía de China crecerá 7.5 por ciento este año, el nivel más bajo desde 1990. La desaceleración de China contribuirá a limitar la expansión en todos los países en desarrollo hasta 4.9 por ciento. Algunos, como Turquía y Brasil, han experimentado liquidaciones en el mercado de bonos en tanto los inversores apuntan a excesos como grandes déficits de cuenta corriente.

Las estimaciones del FMI implican que Estados Unidos aportará 0.52 puntos porcentuales al crecimiento global promediando 3.9 por ciento anual desde 2014 hasta 2019, según datos recopilados por Bloomberg.

Si bien esto representa más que la contribución estadounidense media de 0.5 puntos porcentuales para 2008 a 2019, que incluyó períodos de contracción durante la recesión, no alcanza de todos modos los promedios de 0.80 puntos porcentuales que se vieron en los Ochentas y los Noventas.

No obstante, para Zandi, un repunte de un punto porcentual en el crecimiento estadounidense es suficiente para impulsar 0.6 puntos la expansión en el resto del mundo. En las proyecciones del FMI esa aceleración ya está dándose, en tanto la economía estadounidense crecerá 2.8 por ciento este año después de un 1.9 por ciento en 2013, gracias a tasas de interés en mínimos récord, una fuerte demanda privada y el final de la reducción de la carga fiscal que frenó el crecimiento en 2013.

Athanasios Vamvakidis, responsable de estrategia cambiaria del Grupo de los 10 en Bank of America de Londres, considera que el repunte del crecimiento estadounidense aportará un beneficio menor al resto del mundo de 0.25 puntos. De todos modos, es una cantidad significativa, dijo, y algunos países tendrán aumentos mayores.

De los 165 países que estudió para un informe fechado el 9 de abril, España, Francia, Italia, el Reino Unido, Canadá y México serían algunos de los que recibirían el mayor impulso. El beneficio sería menor para Japón, Nueva Zelanda, Rusia, Brasil y China.

Para Vamvakidis, estos resultados sugieren que los inversores que quieran mantener una posición a favor de una recuperación estadounidense más fuerte deberían elegir la libra esterlina y el dólar canadiense contra el yen y el dólar neocelandés, en tanto compran el peso mexicano y venden el real brasileño y el rublo ruso.

Es posible que los mercados emergentes ya estén viendo un repunte dado que las exportaciones de las economías desarrolladas subieron más de 6 por ciento hacia fines del año pasado, después de haber experimentado escasas modificaciones durante el año, según JPMorgan Chase Co.

Los Estados Unidos y las economías de Europa occidental están actuando como "un colchón muy importante para las economías emergentes que enfrentan retrasos internos significativos en el crecimiento", dijo Bruce Kasman, economista principal en JPMorgan de Nueva York.

También lee: