Economía

El dólar se hunde, dentro de un nuevo capítulo de la guerra de divisas


 

Esteban Rojas H.
 

El dólar se encuentra dentro de una espiral de bajas que lo ha llevado a mínimos no vistos desde principios de febrero de este año frente a una canasta de seis divisas referenciales.

Los problemas que enfrenta la moneda estadounidense pueden seguir incrementando las dudas sobre su eficacia como la principal divisa de reserva y de comercio en el mundo.

El billete verde se encuentra atrapado dentro de una tormenta perfecta caracterizada por el bajo crecimiento económico en los Estados Unidos, los problemas de tipo presupuestal y por la política monetaria de la Reserva Federal.

Del pasado 9 de julio a la fecha, el dólar ha perdido 6.38 por ciento con respecto a una canasta de seis divisas, de acuerdo al índice DXY elaborado por Bloomberg.

Las divisas con las que más ha retrocedido el billete verde son la libra esterlina con 8.75 por ciento y el euro con 7.79 por ciento. Frente a la corona sueca y el franco suizo ha perdido 6.06 y 3.28 por ciento, en el periodo de referencia.

Con el yen, el dólar presenta un retroceso de 3.84 por ciento, en tanto que con el dólar de Canadá ha mostrado una situación más defensiva, al perder solamente 1.34 por ciento.

La presión de baja sobre el dólar se ha reforzado en los últimos días por la reducción de las tasas de interés en los Estados Unidos. El bono líder a 10 años ha roto a la baja la barrera de 2.50 por ciento, lo que le resta brillo al billete verde.

El alargamiento de las negociaciones presupuestales ha contribuido a minar la confianza en el dólar y, de cierta manera, en la fortaleza de la economía estadounidense en lo general, al ponerse en tela de juicio la capacidad de la clase política para llegar acuerdos.

Los últimos datos económicos publicados señalan que persiste un comportamiento anémico de la economía, lo que se pudo agravar por la parálisis parcial del gobierno en buena parte de octubre.

A los problemas existentes se viene a sumar que todavía persistirá la incertidumbre por las negociaciones para llegar a un acuerdo que impida una nuevo cierre parcial del gobierno de EU antes del 15 de enero del 2014 y las tendientes a incrementar el techo de la deuda antes del 7 de febrero.

Las condiciones apuntan a que la Fed podría mantener inalterada su política de estímulos hasta el primer trimestre del próximo año, así que la compra de bonos por 85 mil millones de dólares mensuales seguirá inundando al mercado de dólares, limitando su avance.

Como en muchos casos, no todo es negativo para los Estados Unidos. La combinación de un dólar débil sumado a la baja en las tasas de interés será un importante catalizador para relanzar la economía.

Sin embargo, no habría que lanzar del todo las campanas al vuelo, pues la marcha de la recuperación será difícil y probablemente con una velocidad menor a la observada en otras ocasiones, debido, entre otras cosas, al elevado endeudamiento.
 

También lee: