Esteban Rojas H
Después de un fin de semana largo, el peso hizo un alto dentro de su vertiginoso proceso de apreciación. La moderada toma de utilidades fue impulsada por la mayor aversión al riesgo, provocada por la crisis financiera en Chipre, lo que desplazó a segundo término a los favorables datos reportados en el sector de la construcción en los Estados Unidos.
La mayor demanda del dólar lo llevó a cerrar el martes 19 de marzo en 12.4504 unidades a la venta en el mercado de mayoreo, lo que implicó para el peso un retroceso marginal de 1.09 centavos, semejante a 0.09%.
En el primer día hábil de la semana, la moneda nacional no pudo escapar a la corriente vendedora de activos de mayor riesgo, inducida por las negociaciones para aplicar un impuesto a los depósitos bancarios en Chipre, la cual fue rechazada en una primera votación por el parlamento.
La situación se complica, dado que se pone en entredicho el paquete de rescate por 10,000millones de dólares, que seria a portado por la Comunidad Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central de Europeo.
La medida de aplicarse con algunos matices, de acurdo a la magnitud de los depósitos, hubiera sentado un negativo precedente en la zona euro.
Algunos participantes de los mercados estaban temerosos de que una medida similar, de aprobarse, pudiera ser aplicada más adelante en países como España, Italia y Grecia, entre otros.
La mayor aversión al riesgo originó la búsqueda de activos de refugio. En el mercado de divisas, esta situación se reflejó en una mayor demanda del dólar y del yen.
El billete verde escaló a su mejor nivel desde el 3 de agosto del 2012, al avanzar 0.37%, con respecto a seis divisas referenciales.
La otra divisa ganadora, el yen, puso a prueba la barrera psicológica de las 95.0 unidades frente al dólar.
El avance de la divisa, de la ahora tercera económica del mundo, puede ser coyuntural, dado que se espera que pronto el Banco Central de Japón pueda anunciar nuevas medidas de estimulo monetario.
Las grandes perdedoras de la jonda fueron el euro y la libra, debido al temor de un resurgimiento de la crisis de deuda, que en buena parte se creía ya controlada.
La mayor tensión en Europa, particularmente en el sector bancario, a la larga puede, incluso, ser benéfica para naciones como México, dado sus mejores fundamentales, lo cual podría seguir siendo un fuerte imán para la atracción de capitales.
Economía