Economía

Demanda de crudo no refleja la menor actividad en refinerías

Las últimas cifras muestran que la demanda de crudo se mantiene en crecimiento, pero éste no necesariamente está apoyado por un aumento en las necesidades de petróleo de las refinerías; de hecho, las cifras de gasolinas parecen infladas.

Si hay una cosa en la que los principales pronosticadores del mercado petrolero están de acuerdo, es que la demanda mundial está aumentando en más de un millón de barriles diarios este año.

Tanto la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) como la estadounidense Administradora de Información de Energía (EIA) dicen que el crecimiento es de alrededor de 1.4 millones de barriles diarios, mientras que el cálculo de la OPEP es de 1.2 millones.

Sólo que hay un problema: las refinerías, los mayores compradores de petróleo crudo, no lo están comprando.

La IEA llamó la atención sobre el tema en su último informe mensual sobre el mercado petrolero --siempre y cuando uno lea todo el reporte hasta la página 44--. En una sección titulada: "El peso del reanimado crecimiento de la demanda", la IEA dijo que el "petróleo" no siempre es petróleo, una analogía que ha ido creciendo.

El "petróleo" es un término tan resbaladizo como la materia prima que describe.

Mientras que se destaca una demanda de aproximadamente 96 millones de barriles por día, alrededor de 16 millones de esa cantidad, en realidad, no es petróleo crudo que ha sido transformado en combustibles y otros productos en las refinerías.

Parte de la brecha no es atribuible a un problema real en la demanda de petróleo; por ejemplo, parte del crudo simplemente se quema para generar electricidad en lugares como Arabia Saudita.

La mayor parte de esa brecha está conformada por gas natural líquido (también conocido como NGL), que es más ligero que el petróleo e incluye el gas licuado de petróleo (el propano que se utiliza para encender las parrillas de la estufa, por ejemplo) y etano para las plantas químicas.

Los subproductos de la producción de gas natural no pasan ni cerca de una refinería.

Aunque esto no es nada nuevo, lo interesante es que la IEA tenga la necesidad de dedicar una sección de su informe a explicar este asunto.

Ahora que la demanda de productos derivados del gas natural líquido está creciendo a casi el doble del ritmo que los productos refinados tradicionales como la gasolina y el diésel, esos números de los titulares sobre la demanda de petróleo merecen un análisis más detenido.

Según la IEA (siempre tan parca):

"El ritmo de crecimiento de procesamiento (del crudo) en las refinerías está separándose del crecimiento de la demanda, tanto estacional como estructural, lo que vuelve necesaria una interpretación más matizada de los números de la demanda petrolera que se destacan".

La IEA proyecta que las refinerías del mundo procesarán 79.6 millones de barriles de crudo por día de enero a septiembre de este año.

Eso equivale a alrededor de 660 mil barriles por día más que en el mismo período de 2015, muy por debajo del incremento de 1.39 millones de barriles de la demanda de petróleo que se maneja como dato principal.


De hecho, la demanda de crudo de las refinerías se ha rezagado con respecto a la demanda global de petróleo durante todo el año, algo que no ocurría desde 2013, según los analistas de Morgan Stanley.

Lejos de las previsiones de crecimiento anunciadas de más de un millón de barriles al día, ahora piensan que su proyección actual de 800 mil barriles por día de demanda adicional de crudo en 2016 podría ser demasiado alta.

A juzgar por lo que ha pasado en los márgenes de ganancia en el procesamiento de crudo, estos analistas bien podrían tener la razón.

Las existencias de productos tradicionales como la gasolina y el diésel están infladas, lo que afecta los márgenes y debilita las razones para mantener las refinerías en funcionamiento.

Este otoño más refinerías que las usuales harán una pausa, con todo lo que esto conlleva para la recuperación intermitente de los precios del petróleo crudo.

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