Economía

Deflación en España, menos grave de lo esperado

Los precios al consumidor en España bajaron 0.1 por ciento, menos de los proyectado, lo que aligera la preocupación de que se agrave su descenso y que afecte el crecimiento económico.

MADRID, España.- Los precios en España bajaron 0.1 por ciento en marzo, menor que el estimado de 0.2 por ciento, informó el viernes la oficina española de estadísticas.

Las cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas pueden aliviar las preocupaciones de que el país sufriría el embate de la caída de precios. La deflación puede afectar el crecimiento económico al hacer que los consumidores dejen de hacer compras y se retrasen las inversiones.

Aunque la presión de los precios es reducida en los 18 países que componen la eurozona, la inflación creció 0.5 por ciento en lo que va del año.



El Banco Central Europeo vigila de cerca el desarrollo de los indicadores económicos y podría echar mano de medidas de estímulo al crecimiento si aumenta el riesgo la deflación en la eurozona. La meta del banco es que la inflación se ubique apenas por debajo de 2.0 por ciento en la región.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, se mostró confiado en que el BCE adoptará medidas no convencionales de política monetaria si el escenario de baja inflación, que en España se alarga ya siete meses, se mantenía prolongado en el tiempo.

"En estos momentos están todas las alternativas abiertas y el BCE estoy seguro de que elegirá la mejor", dijo De Guindos en una entrevista en RNE, sin descartar la posibilidad de que el banco central inyecte dinero en la economía a través de la compra de bonos.

La caída del índice de Precios al Consumidor español (IPC), debido sobre todo al descenso de los precios de los alimentos y de los viajes organizados -por el efecto de la Semana Santa que el año pasado cayó en marzo-, fue en cualquier caso menor que el indicador preliminar publicado a finales de marzo (menos 0.2 por ciento).

El indicador de los precios armonizados con Eurostat no mostró variaciones respecto a la lectura inicial y se mantuvo en menos 0.2 por ciento interanual, dijo el Instituto Nacional de Estadística.

En términos mensuales, el IPC subió 0.2 por ciento, lo que supone la tasa más baja para un mes de marzo desde 2009.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido reiteradamente al BCE que tome medidas no convencionales ante el bajo nivel de inflación en la zona euro, que podría afectar al crecimiento y hacer más difícil que los países de la región lidien con su enorme deuda pública.

De Guindos reconoció que el inconveniente fundamental de la baja inflación en un país como España es que aumenta su esfuerzo para pagar sus deudas, aunque subrayó que también beneficiaba a la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

"Lo que hay que vigilar es la evolución del tipo de cambio del euro. Si continúa apreciándose sería una mala señal, generaría tensiones adicionales de precios en Europa y el proceso de reajuste que España debe llevar a cabo sería más difícil", declaró.

La inflación en la zona euro cayó a un 0.5 por ciento en marzo, nivel visto por última vez cuando la economía estaba en una profunda recesión en el 2009 y muy por debajo de la meta del BCE de cerca de un 2 por ciento.

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